El Gobierno pone puertas a las playas
Los ayuntamientos de los municipios en Fase 2 deberán controlar el acceso y limitar el aforo a una persona por cada cuatro metros cuadrados
Los 14 millones de habitantes que residen en las provincias costeras que desde mañana estarán en la Fase 2 de la desescalada podrán disfrutar ya de sus playas. Sanidad publicó ayer en el BOE la orden ministerial en la que desarrollan las normas para acceder a los arenales y darse un chapuzón en el mar. Los ayuntamientos serán los encargados de regular las particularidades de cada playa de su municipio en lo que respecta al aforo y permanencia en las playas y asegurar que se limpian y desinfectan todas las instalaciones. La norma está en línea con las recomendaciones del Instituto para la Calidad del Turismo Español (ICTE).
La carrera por hacerse con un buen sitio en primera línea quizás obligue a madrugar más que nunca. La capacidad de las playas estará exhaustivamente calculada y limitada. Habrá que dejar sin uso una franja de seis metros desde la orilla del agua calculada en pleamar. Sobre el resto del terreno, se determinará el aforo de tal manera que haya un bañista por cada cuatro metros cuadrados (equivalente a un cuadrado de dos metros de lado). Sin embargo, la norma no exige delimitar parcelas en la arena, aunque Vigo anunció ayer que dibujará parcelas de 8x8 metros (64m2) para hasta seis personas.
Los bañistas podrán llevar toallas, tumbonas y otros objetos, pero la ubicación de los mismos debe hacerse garantizando el perímetro de seguridad de dos metros respecto a otros usuarios. Como sucede en otras actividades autorizadas, como los viajes en coche o la estancia en terrazas de los bares, no será necesario guardar esa distancia en el caso de personas convivientes o que vayan en grupos de hasta 15 personas.
Pese a las limitaciones de aforo, el acceso a las playas seguirá siendo
Los consistorios podrán limitar el tiempo de permanencia y de aparcamiento para asegurar el disfrute por parte de todos los ciudadanos
gratuito. Pero para garantizar su disfrute por parte de todos en condiciones de seguridad sanitaria, los ayuntamientos podrán establecer un límite de tiempo de permanencia en las playas y de acceso a los aparcamientos. Se regulará el tránsito (por ejemplo, diferenciando en los accesos vías de entrada y de salida) y se instalarán carteles informando de las normas sanitarias. Aunque la competencia pertenece a los ayuntamientos, algunas autonomías instan a sus municipios a aunar criterios. Andalucía les recomienda limitar la estancia a cuatro horas y Euskadi, de dos a tres horas.
La mayoría de los servicios que ofrecen las playas estarán habilitados. Las duchas, lavapiés, aseos y vestuarios podrán usarse individualmente (excepcionalmente se permitirá un acompañante si la persona necesita asistencia). También podrán abrir los chiringuitos, siguiendo la normativa aplicable a bares y restaurantes. Asimismo, podrán funcionar negocios deportivos y recreativos como el alquiler de motos acuáticas, que deberán cumplir las normas de higiene del comercio minorista.
Se habilita el uso de duchas, lavapiés, aseos y vestuarios, y se autoriza la apertura de chiringuitos y negocios deportivos y recreativos