El Laporta 2.0 se abraza a Messi y Koeman
En su primer día de vuelta a la presidencia, respaldó al entrenador y empezó el trabajo para renovar al crack argentino
Joan Laporta terminó con la voz rota el domingo, pero se levantó presidente del Barça por segunda vez en su vida el lunes. Su tono sonó cansado en sus dos primeras entrevistas como máximo dirigente, concedidas a las 8:45 y 9:00 a Catalunya Ràdio y
RAC -1 respectivamente. Pero sabía que tenía faena. Y, como pasión le sobra, se puso en pie rápido y apareció en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. Allí, además de someterse a un test de antígenos que le permita volar con el equipo a París como presidente electo (la toma de posesión se producirá cuando LaLiga aprueba el aval de 125 millones que debe presentar), aprovechó para hacer lo que más le gusta. A una candidatura “desacomplejadamente cruyffista” le apasiona oler la hierba. Y ahí estaba Laporta que, al fin, pudo hablar con Ronald Koeman. Aunque durante la campaña electoral ha estado algo tibio (“Koeman tiene el margen de los resultados y el juego”, ha repetido como un disco rallado), Laporta sabe que el héroe de Wembley es una figura gigantesca en Can Barça; y que el socio valora mucho cómo ha regenerado el vestuario en los últimos meses. Así que le toca escucharlo y hacer planes con él las próximas semanas. Si algo tiene Laporta, es intuición para saber cómo respiran los vestuarios; y a ese abrazo entre Koeman y Messi después de remontar la semifinal de la Copa ante el Sevillla es mejor sumarse; no romperlo.
Aunque la primera gran tarea de Joan Laporta como presidente, mientras encarga a Jaume Giró la reestructuración de la deuda y a Elena Fort el plan de traslado a Montjuïc si es necesario, es la renovación de Messi. Estuvo emotivo en su discurso de ganador. “Si ha votado, es porque Leo quiere al Barça”. Por la mañana, admitió que el argentino le había felicitado, lo mismo que otros jugadores de la primera plantilla. De su época, como Gerard Piqué, o posteriores, como Jordi Alba, que llegó en 2012.
Laporta emplazó a Messi a una conversación tranquila. Quiere saber exactamente cómo está la caja del club para hacerle una oferta concreta. Pero ya puede hacerse la idea, con 1.173 millones de euros de deuda, de lo que hay. “Leo no se deja llevar por el dinero. Lo que nosotros le haremos es un proyecto deportivo para que vuelva a ganar Champions”. La pregunta es cómo. Laporta se pondrá ahí en manos de Mateu Alemany y, sobre todo, tendrá que ser creativo y hacerse convincente ante Messi, que conoce el potencial de la plantilla en la que juega mejor que su nuevo presidente. “Estoy muy bien con él y estoy tranquilo”, dijo Laporta ayer por la mañana. Las próximas semanas habrá nuevo culebrón en Can Barça. Después del Bartogate y la interminable campaña, llegará la renovación de Messi. De momento, su imagen votando con su hijo Thiago ha cerrado el episodio del burofax. Vuelve a ser intocable para el cien por cien del barcelonismo.
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