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España debuta con un festín

Puado, Villar y Miranda cierran una goleada contra Eslovenia ● La Rojita se coloca líder de su grupo y da un puñetazo sobre la mesa con su actuación

- SERGIO SANTOS

Se habló tanto en los días previos al torneo de las ausencias que se puso el foco menos de lo necesario en un asunto que en ningún caso es menor: los 23 convocados por De la Fuente tienen un talento inmenso. La Rojita se estrenó en el torneo en el que defiende título con una actuación brillante ante la anfitriona que asusta al resto de rivales. Puado, Villar y Miranda cerraron una goleada que invita al optimismo.

La primera mitad tuvo tres partes diferencia­das dentro de los 45 minutos. En el primer tramo, La Rojita puso en práctica todo lo ensayado. Circulació­n rápida, juego por bandas y llegada de la segunda línea. Así apareciero­n dos oportunida­des claras, pero Abel Ruiz, primero (se encontró con una mano salvadora), y Cucurella, después (se entretuvo), las desperdici­aron.

Los eslovenos tomaron cartas en el asunto: cortaron el ritmo con patadas al límite que les costaron tres amarillas casi seguidas. Eso sacó del encuentro a España, que tuvo diez minutos muy grises. Cerca estuvo de costarle un tanto en contra, en un barullo en un saque de esquina en el que los eslovenos remataron hasta en tres ocasiones. Tras el susto, los de Luis de la Fuente corrigiero­n y Zubimendi rozó el gol en la última acción del primer acto, con un cabezazo que pasó a centímetro­s del palo.

En el descanso, al que De la Fuente se marchó con un enfado considerab­le, el selecciona­dor dio con la tecla adecuada. Una vez más. Porque él es el pegamento para que todas las piezas encajen aunque cambien la generacion­es. En tres minutos mágicos, España sentenció el partido. El primer tanto llegó de la mano de tres hombres llamados a liderar a este equipo: centro de Cucurella, pase atrás de Brahim y gol de Puado. Cuando Eslovenia aún no había podido ni digerir el derechazo, Gonzalo Villar hizo el segundo culminando un gran contragolp­e. Parece cuestión de estado cuando los cracks extranjero­s van y vienen de nuestra Liga y es casi más grave que ningún grande tuviera el ojo de ver las cualidades de un Villar al que miman en la Roma en cada paso que da.

En los minutos finales, una gran asociación entre Manu García y Miranda terminó con un gran gol del lateral del Betis, sacando la puntera al más puro estilo del fútbol sala. La Rojita se pone líder y, sobre todo, da un puñetazo en la mesa: quien la quiera quitar el trono europeo tendrá que dar un nivel muy alto.

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Los jugadores de la Selección española celebran el gol que cerró el marcador, obra de Miranda tras una buena combinació­n con Manu García.
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