Denme un Correa en mi equipo
Si hay alguien en la plantilla que en tres minutos tenga la facilidad de sacarte de quicio o los colores, ese es nuestro Angelito Correa. El argentino, que en las últimas semanas estaba señalado por su falta de eficacia, que no de compromiso, desatascó un partido espeso con un gol de picardía y otro con dos toques en uno, como si hubiese sacado el DRS en el giro orientando el control. Un gol que a esa velocidad son muy pocos los que están capacitados para hacerlo. Desde su llegada, y no soy dudoso, quiero un Correa siempre en mi plantilla. Alguien capaz de hacer con naturalidad lo inverosímil y que se deja el alma en cualquier partido no puede faltar en mi lista.
El gol supuso un desbloqueo de los rojiblancos, que durante 40 minutos no encontraban esa solución que sí te dan João, Suárez o Lemar con sus controles, claridad y continuidad en el juego. El Cholo, que probó a Llorente acompañando a Correa, hizo un cambio significativo: Marcos a su derecha, soltando a Carrasco por dentro, ya que el belga sí que tiene esa capacidad para moverse en espacio reducido. Ese movimiento dejaba a Herrera de ‘5,’ escoltado por Koke y Saúl, algo que sumado a lo de Carrasco y Llorente me hizo ver una distribución más natural. No son tres puntos más, y reconociendo que el rival está tocado, fue una victoria que por las formas es de gran importancia para el futuro. Debe ahuyentar los fantasmas, recargar la autoestima y desprender las inseguridades.