Cara y cruz
Djokovic se exhibe y Tsitsipas cae a la primera
Los dos finalista hace unas semanas en Roland Garros, Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas, fueron ayer la cara y la cruz de la primera jornada de Wimbledon. Como dicta la tradición, el serbio, vigente campeón, estrenó la hierba virgen de la pista central y se exhibió después de perder el primer set contra el británico de 19 años Jack Draper (4-6, 6-1, 6-2 y 6-2 en dos horas). Poco después, el griego sucumbió de manera estrepitosa ante el estadodunidense Frances Tiafoe, un rival sin pedigrí sobre césped que le venció, además, en tres mangas: 6-4, 6-3 y 6-3 en 2:02.
Tsitsipas estaba llamado a ser de nuevo el oponente más peligroso para Djokovic, su hipotético rival en semifinales como cabeza de serie número tres. Ahora, el uno, que se medirá en la segunda ronda a un sacador venido a menos, Kevin Anderson, tiene el camino algo más despejado. Podría repetirse el partido de hace dos años en el que se impuso a Bautista para alcanzar la final.
“Creo que es uno de los mejores partidos al saque que recuerdo en cualquier superficie. No podría estar más encantado con el ritmo de mi servicio. En la hierba, la superficie más rápida del circuito, ayuda mucho sacar puntos gratis”, analizó el balcánico, que sumó 25 aces y cerró su victoria con cuatro en un último juego que solventó en 46 segundos. El accidente de la primera manga se quedó en anécdota y ocurrió por culpa del único despiste que tuvo con el saque, cuando perdió cuatro de los únicos 14 puntos que cedió en sus turnos. Nole no estaba para bromas, con el Golden Slam (ganar los cuatro majors y el oro olímpico en un mismo año) entre ceja y ceja y la posibilidad de igualar el récord de 20 títulos que comparten Nadal (ausente) y Federer.
El hombre que amenazaba su sueño, Tsitsipas, no supo responder al desafío que le planteó Tiafoe. “Seguro que mi falta de partidos en hierba fue crucial hoy”, dijo el ateniense, que decidió saltarse los torneos previos y se quedó sin sumar su 40ª victoria del curso, aunque sigue como líder con 39.
Ajeno a esta historia, Andy Murray deleitó con un triunfo ante Basilashvili (6-4, 6-3, 5-7 y 6-3) al público británico, que no le veía desde hace cuatro años en Wimbledon.
Letal
“Creo que es uno de mis mejores partidos al saque”, dice el serbio