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Luis Enrique encuentra el bloque

La línea más estable es el eje Busquets-Koke-Pedri, y donde rota más es con los laterales, primero con Azpilicuet­a por Marcos Llorente y ahora con Gayà por Jordi Alba

- MAROTO Y MATALLANAS

Punta

Morata es intocable para Lucho y Gerard ha de esperar

Mérito

Sarabia ha tirado la puerta de la suplencia con su juego

Luis Enrique ha dado con la tecla. Tiene un bloque. Con él no se puede dar por seguro un ‘once-tipo’, pero sí se puede decir que España tiene un patrón. Para el equipo y para el juego. Después de una fase de clasificac­ión convulsa, con listas cambiantes, con jugadores entrando y saliendo, por fin ha encontrado un grupo que se adapta como un guante a su 4-3-3. El centro del campo (Busquets-Koke-Pedri) es lo que menos ha tocado. Lo que más, como siempre en toda su trayectori­a como entrenador, los laterales.

La polémica con las alineacion­es de Luis Enrique comenzó en la portería. El asturiano empezó alternando a Kepa y De Gea, y se decantó por Unai Simón. Otros dos porteros han entrado en sus planes, Pau y Robert Sánchez. Finalmente ha sido el portero del Athletic quien ha salido vencedor del casting, aunque Luis Enrique le ha corregido públicamen­te en dos partidos, en el amistoso ante Portugal y frente a Eslovaquia, en ambas ocasiones por tomar riesgos innecesari­os. Sin embargo, le respondió con confianza a su pifia ante Croacia. Unai Simón es el titular.

Los laterales son la línea que Luis Enrique más retoca. Lo ha hecho en todos los clubes que ha entrenado y lo hace ahora en la Selección. Es tal el esfuerzo que pide por los costados que tiene que refrescar a menudo a los especialis­tas en esa posición. Ante Croacia le tocó rotar a Jordi Alba y Gayà tuvo una aparición estelar. Parece que será el azulgrana quien jugará ante Suiza, pero las espadas están en lo alto. También parece que Azpilicuet­a seguirá en el equipo. El navarro es fiable y tiene claramente un perfil defensivo, lo que le viene muy bien a un equipo hecho y pensado para atacar. Marcos Llorente, que empezó en esa posición, está en el banquillo esperando su oportunida­d. Como Luis Enrique se resiste a enviarle al centro del campo no le queda otra que tener paciencia. Pero cuando lleguen los momentos críticos del campeonato, Marcos Llorente no sólo será necesario, sino que también será recomendab­le.

Si hay una línea estable es el centro del campo. Busquets está pegando un recital, el derroche de Koke es un espectácul­o y Luis Enrique insiste con Pedri a la espera de que explote en el gran juga+dor que se adivina. Todos los demás, incluso gente con el historial de Thiago, están detrás, a la espera. El sistema 4-3-3 de Luis Enrique permitirá cambios en la zona, porque en el eje del juego en el que, con ese dibujo, tiene más desgaste.

En la delantera no hay discusión: Morata es intocable para el selecciona­dor, Pablo Sarabia ha tirado la puerta de la suplencia y Ferran Torres tiene esa estrella de la que sólo disfrutan los goleadores. Gerard Moreno, 32 goles con el Villarreal, está a la espera. También llegará su momento y lo aprovechar­á.

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Luisn Enrique da instruccio­nes a sus jugadores. antes de un entrenamie­nto.

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