Las pruebas confirman el esguince de Ceballos
El utrerano quiere acortar los plazos y volver en estos Juegos; Mingueza regresa al grupo
Dani Ceballos y Óscar Mingueza, los dos lesionados de España, se sometieron ayer a pruebas médicas a su llegada a la Villa Olímpica. Al primero se le realizó una resonancia y al segundo, una ecografía. Ambas han confirmado lo que había diagnosticado el doctor en las primeras exploraciones, porque ambos se lesionaron en el primer encuentro contra Egipto (el pasado 22 de julio), pero han tenido que esperar hasta llegar a Tokio para realizar los exámenes en profundidad.
Por un lado, Ceballos sufre un esguince de grado II en el tobillo izquierdo, como consecuencia de la fortísima entrada que sufrió en el tramo final de la primera parte del debut ante los egipcios. En condiciones normales, el tiempo estimado de baja es entre tres y cuatro semanas para una dolencia así. Es decir, se perdería lo que queda de los Juegos. Eso es lo que dice la lógica, pero el utrerano está dispuesto a agotar hasta la última posibilidad que tenga para volver a disputar algún minuto en este campeonato. Lleva desde hace días machacándose en sesiones junto a Álex Benito, el fisioterapeuta de la Selección, aguantando mucho dolor para acortar los plazos todo lo posible. En cualquier caso, está completamente descartado para el partido contra Argentina de mañana y es casi imposible también que llegue a unos hipotéticos cuartos.
Sus opciones más realistas de volver serían, en todo caso, en las semifinales o en la final. No obstante, él quiere regresar cuanto antes. El utrerano exprime cada pequeña posibilidad que tenga porque lleva mucho tiempo esperando estos Juegos, llegó en el mejor momento de su vida y no quiere renunciar a ellos tan pronto. Mingueza. En el caso de Mingueza, se confirma que no tiene rotura. Fue clave la prudencia, porque cuando notó las molestias en los isquiotibiales en el estreno ante Egipto, sus compañeros le obligaron a tirarse al suelo y pedir el cambio. Eso evitó que se produjera una lesión mayor. Ahora mismo, va a volver a entrenarse con el grupo, puede forzar y volver contra Argentina, aunque queda en manos del entrenador y del propio jugador si deciden arriesgar u optan por la prudencia, esperar un partido más y prepararse para llegar a tope a un hipotético cruce de cuartos. Su recuperación es un alivio para De la Fuente porque Óscar Gil, su recambio natural, está apercibido.