El ‘Profeta’ ilusiona a España
Reyes Pla, boxeador de origen cubano, derrotó al subcampeón olímpico Levit por KO. “Vamos a arrancar cabezas”, dice
Como un ciclón. O como un “tifón”, como él mismo aseguró después. Pero de los que arrasan con todo. El cubano nacionalizado español Enmanuele Reyes Pla ya está en cuartos de final de los pesos pesados (91kg) tras derrotar por KO técnico al kazajo Vassiliy Levit, que defendía su plata olímpica. El púgil se medirá el viernes a las 12:54 al también cubano Julio César La Cruz.
Desde el comienzo del combate, Reyes Pla mostró sus intenciones. Fue directo a su oponente, un púgil curtido en mil batallas, que encajó y también golpeó, pero que perdió el primer asalto según los jueces por 3-2. Después, el púgil hispano-cubano decidió que todo debía terminar por la vía rápida. Asestó una serie de ganchos y golpes que noquearon a su rival en cuestión de un minuto. Se acabó el combate y Reyes Pla explotó de alegría.
Tras su victoria, trabajada y muy técnica, declaró: “Vamos a arrancar cabezas. Devolveré a España la confianza que ha tenido en mí. Quiero que suene el himno”. La vida del púgil no entiende de alfombras rojas. Se encontró con el tapón de Eryslandy Savón (bronce en Río), con quien perdió en el Nacional, y decidió abandonar Cuba hacia otro país que apostase por él. Con familia en A Coruña, intentó dar el salto a Europa.
Sólo tenía la opción de volar a Rusia, país amigo. De allí pasó a Bielorrusia con la ayuda de su tío. Sin visado hacia España, volvió a Moscú donde estuvo cuatro meses escondido en un piso. “Tenía miedo a ser detenido y que me soltaran en medio de la estepa”, cuenta. Su odisea no acabó ahí. En Austria pidió asilo y vivió dos meses en un centro de refugiados. Su siguiente destino, Alemania. Pero al intentar cruzar a Francia fue frenado en la frontera y volvió a otro centro. Por fin logró volar a Barcelona y luego a Coruña.
En nuestro país habló con el seleccionador, Rafa Lozano, que le abrió las puertas. “Apostaron por mí y se lo devolveré. No soy deportista olímpico por dinero, sino por la gloria de ser campeón”, avisa. En enero de 2020, el Gobierno le concedió la nacionalidad por carta de naturaleza. En el Preolímpico de París sólo perdió ante el campeón mundial, el ruso Gadzhimagomedov. Feliz en España, es igual de lenguaraz y directo que en el ring. “El peligro soy yo. Ahora sé que todo lo que pasé no fue en vano. Voy a por el oro”, dice el ‘Profeta’, como le apodan, desde su 1,95m.
Aviso a los rivales “El peligro soy yo. Ahora sé que lo que pasé no fue en vano. Voy a por el oro”