El Barça ya está en Alemania
El equipo llegó casi de incógnito a su cuartel general ● Koeman desplazó a 25 jugadores
El Barcelona se encuentra desde ayer en la que será su casa durante una semana en plena Selva Negra. En Donauschingen, Koeman tratará de poner a punto a sus jugadores. La expedición blaugrana está formada por 25 futbolistas y se alojó en su hotel de concentración sin levantar expectación. Sólo una veintena de aficionados les esperaban. Si querían tranquilidad, han acertado
El Barcelona, que se ha pasado muchos años sorteando multitudes en sus giras y regateando aficionados durante la pretemporada, parece que va a vivir uno de los stages más tranquilos de los últimos años. Poco más de veinte aficionados recibieron a la expedición blaugrana a su llegada al hotel de Alemania: un resort de lujo enmarcado en plena Selva Negra y alejado del mundanal ruido. Sin apenas aficionados, y con sólo unos pocos medios de comunicación, los blaugrana tuvieron una de las llegadas más tranquilas que se recuerdan. Y eso que el club se quiso cubrir las espaldas con la presencia de cinco miembros de seguridad del hotel que se unieron a los que acompañan habitualmente al equipo, casi tocando a miembro de seguridad por aficionado.
El equipo, que aterrizó a las cuatro de la tarde en Stuttgart, tardó casi dos horas y media en recorrer los casi cien kilómetros de distancia al hotel por culpa del tráfico. La flota de vehículos de la delegación blaugrana la componían cuatro furgonetas y dos autocares. Los primeros en llegar fueron el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, acompañado de Mateu Alemany, director de fútbol, y del secretario técnico, Ramon Planes. Otro miembro de seguridad, Ferran López, les acompañaba, junto al flamante dircom, Alex Santos. Posteriormente ya llegaron los dos autocares oficiales del FC Barcelona. El primero en salir fue Sergio Busquets, tal vez recordando que es el capitán, seguido de Sergi Roberto, mientras que el último en abandonar el autobús fue Gerard Piqué, que hizo esperar a Rafa Soldado, jefe de seguridad, en la puerta del hotel. Lástima que los pocos aficionados que acudieron no pudieran llevarse ni un ‘triste’ recuerdo de los jugadores. Algunos venían con camisetas y posters para que los firmaran, pero las vallas de separación impidieron
A pesar de la poca expectación, hubo grandes medidas de seguridad
Yuste, Alemany y Planes lideran la expedición azulgrana
cualquier tipo de acceso a los seguidores, que además tampoco pudieron ni fotografiar a sus ídolos porque la formación en tijera que colocaron los dos autocares lo impedían.
Los jugadores recibieron del propio delegado Carles Naval la tarjeta de acceso a sus habitaciones sin necesidad de pasar por la recepción. El equipo cenó a las ocho de la tarde y posteriormente se dirigió a sus respectivas habitaciones a descansar, ya que hoy jueves les espera una doble sesión de trabajo en las instalaciones del SV Aasen.
Blindados. La llegada del FC Barcelona va a suponer un cambio de las costumbres de los habitantes de la pequeña localidad alemana de Aasen. Para empezar, el hotel donde se concentrará el equipo azulgrana, el Der Öschberghof, un resort de lujo de cinco estrellas con tres campos de golf, se ha ido fortificando en las últimas horas, con la presencia de varios miembros de seguridad, pertenecientes tanto al hotel como al Barça, así como la disposición de una serie de vallas en todo el perímetro del edificio principal del hotel para impedir visitas de posibles curiosos.
Ayer, varios empleados del SV Aasen, donde el Barcelona se entrenará estos días, se repartían por los cuatro terrenos de juego para salvaguardar todo el perímetro, alrededor de unos 900 metros, con vallas de más de dos metros para salvaguardar al equipo de las miradas ajenas.