Un muro frena a Bautista
Opelka, torre estadounidense de 2,11, derrota al castellonense a cañonazos en cuartos de Toronto, ya sin españoles
Roberto Bautista se dio de bruces ayer contra un muro de dos metros y 11 centímetros llamado Reilly Opelka. El estadounidense de 23 años, un clásico norteamericano, sacador impenitente, le apeó del Masters 1.000 de Toronto con un 6-3 y 7-6 (1) en una hora y 22 minutos para meterse por primera vez en semifinales de un torneo de este nivel.
La maquinaria de Opelka al servicio, una torre escupiendo bolas de fuego, carburó desde el inicio, con un buen 65% de primeros y seis aces en el set inicial. Bautista, que se había llevado su primer turno al saque en blanco, flojeó en el segundo y cedió el primer break. El 32 del mundo no necesitó más. A partir de ahí su rival, desgastado por la épica remontada ante Schwartzman en octavos, un pulso en el que levantó tres bolas de partido para acabar imponiéndose, no pudo hacer nada al resto.
En el segundo set ocurrió lo predecible. Opelka no cedió un milímetro con su saque y endosó otros 12 directos, con un 67% de primeros. Llovía metafórica y realmente en la central del Aviva Center de Toronto cuando ambos contendientes sellaban el 6-6, sin bolas de rotura en toda la manga, y se citaban en el tie break.
Ahí jugó mejor sus cartas Opelka. A Bautista, último español en el cuadro, le sentó mal el parón y solo pudo sumar un punto antes de decir adiós a la opción de repetir las semifinales alcanzadas en Miami. Esas serán entre el gigantón y Tsitsipas, que le dio un repaso a Ruud (6-1 y 6-4). Las otras se definieron de madrugada entre Medvedev, que ganó a Duckworth (6-2 y 6-4), y Hurkacz, que tumbó a Basilashvili (6-7 (7), 6-4 y 6-4), por un lado, e Isner y Monfils por otro.