Zarandeo All Black
Nueva Zelanda se lleva su 19ª Bledisloe Cup seguida con un 57-22 sangrante para Australia
Nueva Zelanda conquistó ayer su 48º Bledisloe Cup, el nombre que desde 1932 reciben sus partidos contra Australia, ahora encuadrados en el Rugby Championship. Los Wallabies se llevaron de Eden Park, donde no han ganado en los últimos 45 años, la mayor diferencia en contra a domicilio del histórico y el agravio comparativo con sus vecinos oceánicos se ensancha: ya son 19 años sin arrebatarles el trofeo.
El 57-22 registrado en el templo de Auckland es un reflejo más de la crisis del rugby australiano. Desplazado en popularidad por otras disciplinas, últimamente incluso por su hermano menor, el Rugby League (13 jugadores por equipo en lugar de los 15 del Union, el tradicional), y con el peso de sus franquicias del Super Rugby diluido por sus pobres resultados, el valor del mercado se ha resentido. La revisión a la baja de los derechos televisivos y la retirada de patrocinadores por la pandemia llegó a amenazar de hecho la viabilidad de su modelo profesional y su Federación. Con un equipo de retales, al que cada vez le cuesta más encontrar talento nuevo, los pulcros All Blacks encontraron facilidades tanto en la ida (33-25), como en esta vuelta, en la que se fueron hasta los ocho ensayos (dos de Taylor y uno de Savea, Retallick, Ioane, Reece, Jordan y Havili) y descosieron a un rival fundido en la segunda parte.
Completó la primera jornada la victoria de una Sudáfrica exultante tras ganar una serie descanarda ante los British & Irish Lions, que tumbó a Argentina (32-12) con ensayos de Reinach, Fassi y Hendrikse.