Sergio García pide paso
El de Borriol, sexto en el BMW, vuelve a la final del PGA y se postula para la Ryder ● Rahm, noveno
Tarjetas bajas, muchos birdies, espectáculo. Eso es lo que quiere el PGA en sus playoffs y es lo que hubo en el BMW Championship. Todos los 69 jugadores que completaron los 72 hoyos en el Caves Valley Golf Club de Maryland (EE UU) lo hicieron bajo par, 45 de ellos con dobles dígitos. El que mejor aprovechó el contexto, campo corto y receptivo, fue el estadounidense DeChambeau, que el viernes casi baja de 60 golpes en una ronda histórica y ayer se enzarzó con su compatriota Patrick Cantlay.
Ambos salieron empatados a -21 en el partido estelar y lo convirtieron en un duelo al sol, alternándose el liderato, devolviendo cada golpe del rival. La balanza no se decantó hasta un playoff que iba por el sexto hoyo al cierre de esta edición.
Antes arrancaron Jon Rahm y Sergio García, que jugaron juntos. Solo Sergio se acercó a la cabeza gracias a un inicio idílico: dos birdies y un eagle en los cuatro primeros. Pero un doble bogey en el sexto cambió su panorama. Con la clasificación para una final del PGA que no pisaba desde 2017 en juego, tocaba defender el fuerte. Hubo curvas, tres birdies y dos bogeys. Por momentos llegó a estar el 31º en la FedEx Cup (solo los 30 primeros viajan a Atlanta), pero finalmente el barco llegó a buen puerto: sexto con -3 para -20. Y, sobre todo, García dejó la sensación de que vuelve a estar para cosas grandes. Por lo pronto le ha dado un motivo más a Padraig Harrington para contar con él en la Ryder.
Quien hace tiempo que está clasificado ya para ella y para un Tour Championship al que saldrá cuarto con -6 (Sergio, 28º, lo hará al par), es Rahm. El vizcaíno se desinfló en un fin de semana al que llegó bien colocado y nunca estuvo realmente en la pugna. Acabó noveno con -2 para -18. Sus opciones de ganar la FedEx Cup el próximo fin de semana, eso sí, siguen intactas.
Atlanta Rahmbo llegará cuarto, con opciones de ganar el circuito