“Tenía la esperanza de debutar en el Real Madrid”
Miguel Baeza llegó al Celta vigués procedente de la cantera madridista. Mañana espera brillar en el Bernabéu. Baeza
Miguel Baeza (Córdoba, 2000) estuvo ocho años en la cantera del Real Madrid y su objetivo de debutar en el primer equipo lo dejó aparcado cuando el pasado verano recibió una llamada del Celta, donde participó en 22 encuentros de Liga más otros dos de Copa. Mañana vuelve a la capital vistiendo la camiseta celeste.
—¿Cuándo estuvo por última vez en el Santiago Bernabéu? —Si no recuerdo mal… en el empate del Celta, cuando marcó Santi Mina el 2-2. Fíjese que casualidad.
—Ese partido se jugó meses antes de su fichaje. ¿Ya había interés por parte del Celta? —No había nada. Ese partido fue en febrero y yo conocí el interés del Celta en verano. Yo fui al Bernabéu a ver qué tal el partidito, a ver si ganaba el Madrid y me encuentro con un empate. Ese fue el panorama. —¿Pensaba que tenía opciones de debutar con el primer equipo?
—Claro que sí. Al final es el objetivo de cualquier chaval que está en La Fábrica. Yo llegué con 12 años y me encuentro que estoy en el Castilla, de vez en cuando subiendo a entrenar con el primer equipo. Estaba Zidane de entrenador y yo tenía el objetivo y la esperanza. —¿Le sorprendió que un equipo de Primera pagase 2,5 millones por la mitad de sus derechos?
—Muchísimo, sinceramente. Yo sabía que ese año tenía que hacer otra gran temporada en Segunda B, para ver si salía una oportunidad de un gran equipo de Segunda o una cosa así. Cuando surgió lo del Celta estaba preparando la Youth League con Raúl, me encontraba con mis padres en casa y recibí la llamada de mi agente. Me dijo que me quería el Celta y no sabía qué decirle, si me estaba vacilando. Lo hablé con mis padres y ni se lo creían. Yo tampoco. Es lo más grande que te puede pasar.
—¿Qué le dijo Raúl?
—Me dijo que aprovechase la oportunidad porque en el mundo del fútbol nunca se sabe. Al igual que cogí el tren con doce añitos de aventurarme e irme a Madrid, a vivir solo en la residencia, tenía que ser valiente y apostar por esta opción. —¿Cómo es Raúl como entrenador?
—Una palabra: exigencia. Intenta sacarle el máximo partido a cada jugador y lo hace en cada entrenamiento. Nosotros hacíamos el típico rondo para calentar, en el que el futbolista suele ir poco a poco para después meterse en el entrenamiento, pero con Raúl había que estar metido desde el principio. Si no lo hacías, te ponía a correr.
—¿Venir a Vigo ha sido una buena decisión?
—Sí. Todo futbolista quiere jugar lo máximo posible, pero son decisiones del entrenador y teniendo 20, 21 o 22 años, yo sé lo que hay.
—¿Por qué no ha salido este verano?
—Es verdad que surgieron opciones de salir. Estaban el Zaragoza y algún otro equipo de Segunda, pero el Celta confió en mí y el míster también, aunque no tenga muchos minutos, y sé que tengo que trabajar. —El Real Madrid conserva el 50% de sus derechos. ¿Cree que aún puede volver a vestir de blanco?
—Si no recuerdo mal, este año es el último que los tiene. Volver es mi objetivo, al igual que cuando estaba en La Fábrica soñaba con vestir la camiseta blanca del primer equipo. Hay veces que tienes que salir para después volver como le ha pasado a mucha gente. Estoy centrado en hacer las cosas bien con el Celta y veremos lo que viene.
Estoy centrado en hacer las cosas bien con el Celta y veremos lo que viene”