Final del camino
Los Lakers traspasan a Marc Gasol a los Grizzlies, pero todo apunta a que el pívot no regresará a Estados Unidos
Todo apunta a que, por primera vez en dos décadas, no se escuchará el apellido Gasol en la NBA. Primero salió Pau, que jugó sus últimos partidos en marzo de 2019, antes de sufrir la grave lesión en el pie de la que regresó ya en el Barça, dos años después. Y ahora parece que es el camino en EE UU de Marc (36 años, cinco menos que su hermano) el que ha llegado a su fin. Los Lakers no contaban con él y lo han traspasado. Regresa a su gran casa en la NBA, Memphis Grizzlies, pero solo como breve escala. Finiquitará su contrato con la idea de quedarse en España junto a su familia.
Así lo aseguró Adrian Wojnarowski, la infalible voz de ESPN. Grizzlies (su equipo entre 2008 y 2019) y Marc negociarán un final para su contrato mínimo de veterano, 2,6 millones de dólares, y el pívot se quedará en España. Está por ver si, como parece, ya definitivamente, y sobre todo si lo hace con la intención de alargar su ya histórica carrera profesional. Lo que parece claro es que, si su intención es no buscar acomodo NBA con la pretemporada ya llamando a la puerta, lo normal es que su trayectoria en la mejor Liga del mundo haya llegado a su final.
Era un secreto a voces. Primero los Lakers recuperaron a Dwight Howard y ahora acaban de fichar a DeAndre Jordan. Dos pívots veteranos que llegaban para llevarse los minutos de Marc. Los angelinos necesitaban que la salida del español fuera vía traspaso por cuestiones económicas, así que le han dado a los Grizzlies una segunda ronda de draft y dinero en efectivo para que aceptaran la operación. A cambio, de forma puramente simbólica, van a los Lakers los derechos del chino Wang Zhelin, drafteado en 2016 por los Grizzlies y que no va a jugar en la NBA. Los angelinos, al tramitar así la salida de Marc, se ahorran unos 10 millones de dólares (por cuestiones de convenio e impuestos) y liberan un puesto en su plantilla para un último fichaje.
Ha sido una unión que parecía perfecta cuando se anunció, antes de la temporada pasada, pero no ha funcionado. Marc buscaba un segundo anillo de campeón en el equipo que lo drafteó y que envió sus derechos a Memphis Grizzlies para hacerse con su hermano Pau, que ganó dos títulos en Los Ángeles. Una forma de cerrar el círculo que finalmente se torció. Marc no jugó a su mejor nivel, sufrió los efectos de la COVID, se enfrentó a la franquicia cuando llegó otro pívot (Andre Drummond) y acabó eliminado en primera ronda de playoffs. Los Lakers defendían título pero acabaron en desastre, machacados por las lesiones y agotados por la experiencia de la burbuja de Florida.
Faltó ese cierre de ensueño, pero eso no oscurece lo que es en todo caso una carrera NBA extraordinaria. Marc ha jugado trece años en EE UU, ha ganado un título (con los Raptors en 2019), ha sido tres veces all star, una Defensor del Año y una integrante del Mejor Quinteto. Uno de los grandes pívots de su generación, dejó pronto de ser el hermanísimo y se convirtió, Big Spain, en un jugador de élite respetado por todos los rivales y que acabó siendo un símbolo en Memphis Grizzlies, el equipo que, cosas de la vida, ahora ha facilitado su salida de los Lakers.
Escala
El español y Memphis van a negociar el fin de su contrato
Cuentas
Los angelinos se ahorran unos 10 millones de dólares