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“El Real Madrid es el claro favorito, pero no tenemos nada que perder”

- ENRIQUE ORTEGO

Tres técnicos españoles trabajan en la dirección deportiva del Eintracht Frankfurt y uno de ellos, Richard Moar Ríos, 68 años, encierra una maravillos­a historia por sí mismo ❚ Un aventurero del balón crecido en Alemania y que trabajó 15 años codo con codo con César Lendoiro en el gran Deportivo ❚ Es todo un personaje

Un libro abierto cuando habla de su infancia en Alemania donde llegó a jugar contra Karl Heinz Rummenigge o cuando repasa sus 16 años como jugador (Deportivo, Valladolid y Polideport­ivo Almería) o sus 15 cursos como mano derecha de César Augusto Lendoiro en el mejor Depor de la historia, Richard Moar se muerde la lengua y se muestra un poco más precavido cuando tiene que hablar del presente, del Eintracht que se enfrenta al Real Madrid en la Supercopa de Europa. No quiere malas interpreta­ciones, pero su vena futbolera le invita a expresar su opinión en modo de consejo.

“Bien harían los blancos en no fiarse. Este Eintracht, en el ida y vuelta es muy peligroso. Es un equipo al que le gusta correr, ya sé que al Real Madrid también, pero nuestro ritmo es el de la Bundesliga. Además, sé que los jugadores están tremendame­nte motivados. Van a jugar su segunda final europea en dos meses y ésta, además, es contra el Real Madrid. Son jugadores jó- venes, ambiciosos y no tienen nada que perder. Los de Ancelotti son favoritos para todos, pero si les pillan en dos o tres contras… Seguimos jugando con los tres centrales, los laterales van para arriba, hemos fichado algún delantero…”.

Después de su primera experienci­a en el Deportivo, Richard Moar fue reclutado por el Hannover, donde estuvo dos años como director deportivo. Vuelta a A Coruña y nuevo salto al extranjero, para incorporar­se a la factoría Pozzo, que entonces gestionaba al Udinese, Watford y Granada. En el Eintracht lleva cinco años donde le reclutó el actual director deportivo, Ben Manga.

“Soy un simple ojeador, scouting, como se dice ahora, pero tengo mucho fútbol dentro. Son muchos años. Yo amo esto. Podría estar jubilado, pero me gusta el fútbol y estar dentro de la organizaci­ón de un club. El Eintracht, después de muchos años de sufrimient­o, está recuperand­o su prestigio. Es un club histórico. Yo le compararía con el Valencia o el Espanyol en España. Hasta hace unos años era un club vendedor. Fichaba barato y vendía caro, como se puede comprobar con los casos de Jovic, André Silva, Haller… Tenía el dinero justo, pero ahora gracias a la Europa League y a jugar la Champions, la situación económica es distinta… La plantilla se ha reforzado bien, con 12 ó 13 jugadores que necesitába­mos porque las exigencias este año serán mayores, pero que nadie crea que somos ya ricos, los jugadores que fichamos están entre seis o siete millones, como mucho…”.

Cuando se le pregunta por Jovic y su paso por el Real Madrid quiere ser prudente. “Es un jugador frío, creo que es mejor que lo que ha demostrado en Madrid. A nosotros nos funcionó bien, pero a lo mejor se fue demasiado pronto. Necesitaba un escalón más por medio. Un empujón antes de ir allí. Es un delantero potente, pesado, que necesita coger ritmo y darle siete u ocho partidos seguidos. Comprendo que allí no se los dieran, ni a él ni a nadie. Allí hay que ganar hoy, mañana y pasado. La parte anímica puede haber sido importante”.

Gallego de Órdenes (A Coruña), a los nueve años emigró de la mano de sus padres a Alemania. Una docena de años allí le permitiero­n aprender alemán y dar sus primeros pasos como futbolista. “Vivíamos cerca de Dortmund, en Lippstadt, donde nació Karl Heinz Rummenigge. Nos enfrentamo­s. Yo jugaba en el Teutonia y él en el Borussia. Cuando mis padres me dijeron que nos volvíamos a casa me quería morir de pena. Tenía allí todo. Afortunada­mente, hice una prueba en el Deportivo, me cogieron y Arsenio con 17 años (72-73) me hizo debutar en Primera contra el Celta en Balaídos. Entonces destacaba por mi fuerza, futbolísti­camente era alemán y así me gané la vida. En el 80 me fichó el Valladolid, Ramón Martínez, que está ahora en el Real Madrid, un señor del fútbol y pagaron por mí”.

Cuando colgó las botas siguió ligado a su vida: entrenador, monitor, ojeador, intérprete de los árbitros… Lo que le pedían. Hasta que Lendoiro se dio cuenta que aquel rapaz era listo como el hambre y se las ingeniaba para hacer bien todo lo que se le encargaba. “Lendoiro siempre quiere a su lado gente fiel, leal, discreta. No quiere tontos. Yo era y soy transparen­te, un poco primitivo, pero hacía bien las cuatro cosas que el jefe me pedía hacer, no hacía diez. Aprendí mucho trabajando y escuchando a su lado. ¡Lo que yo he podido ver y escuchar! En las malas es cuando es más genuino. No busca culpables, busca soluciones”.

Su primera participac­ión directa en una operación medianamen­te importante fue en el fichaje de Flavio Conceiçao (1996) y ya no se perdió ninguno más: Rivaldo, Makaay, Naybet, Mauro Silva, Bebeto, Djukic, Turu Flores, Valerón… “Fueron tantos que ni me acuerdo de todos, que me perdonen. Fue especialme­nte difícil cerrar el fichaje de Sergio González del Espanyol (2001) y fue toda una odisea la venta de Makaay al Bayern Múnich… Ya me había ido hacía unos días al Hannover, pero Lendoiro me pidió que le echase una mano con el idioma. No le podía decir que no… Llegó Hoeness en avión privado. Tres días con sus consiguien­tes noches negociando. Al final el Bayern pagó lo que Lendoiro quiso, ni una rebaja”.

“Hasta ahora éramos un club vendedor que compraba barato y vendía caro, ahora los títulos nos han dado algo más de dinero”

“Jovic no es mal jugador, es potente, pesado, le cuesta coger ritmo. Necesita siete partidos seguidos que el Madrid no le pudo dar”

“Trabajé 15 años con Lendoiro. No quiere tontos a su lado, quiere personas leales y discretas. No busca culpables, sino soluciones”

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El Eintracht celebra la reciente victoria de Copa ante el Magdeburgo.
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Richard Moar.

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