Remontada de campeonato
Bagnaia, nuevo líder al recuperar 91 puntos a Quartararo, algo histórico
Incluso cuando todo parecía perdido, no tiró la toalla. Pecco Bagnaia es la viva imagen del esfuerzo y de que la esperanza es lo último que se pierde. Desde este pasado fin de semana, el italiano lidera el Mundial de MotoGP. Un hito que muchos ya daban por perdido y que, en vista de la mala racha que firmó en la primera parte de la temporada, parecía impensable. Uno de los grandes favoritos parecía quedarse en el camino, con un Quartararo que se iba de vacaciones con una distancia más que cómoda. Pero todo ha dado un giro de 180 grados. MotoGP sigue siendo impredecible.
Lo imposible se ha vuelto más real que nunca. A falta de dos carreras, Bagnaia se estrena como líder. Con su tercer puesto en Australia, sumado a un nuevo pinchazo de Quartararo, aventaja al francés por 14 puntos, lo cual le da al de Ducati su primera bola de partido para ser campeón. Y no tendrá que esperar mucho porque su primera oportunidad llega ya este fin de semana en Malasia. Al italiano le basta con ganar la carrera y que su rival no suba al podio. Todo está en juego, Quartararo no tira la toalla y el Mundial podría llegar abierto hasta Valencia.
Pero el gran hito de esta temporada ya recae en Pecco. El piloto de Ducati entra en los libros de historia de MotoGP incluso antes de ser campeón del mundo. Si es que finalmente lo consigue. Y es que el italiano firma un hecho antológico nunca antes visto en el campeonato: jamás se consiguió recortar una distancia de 91 puntos. De hecho, lo máximo registrado (desde que en 1993 se estableció el actual sistema de puntos) fue la remontada de Joan Mir en 2020, cuando neutralizó 48 puntos a Quartararo para acabar siendo campeón del mundo. O Marc Márquez, cuando recortó 37 y 30 puntos a Viñales en 2017 y Pedrosa en 2013, respectivamente.
Números. Pero la remontada se vuelve más espectacular cuando revisamos a conciencia los números. Pecco partía como uno de los máximos favoritos al título, pero su primer cero en Qatar daba a pensar que la Ducati igual no estaba tan fuerte como se había mostrado en pretemporada. Desde entonces y hasta Jerez, la cosa no remontó: consiguió un punto en Indonesia, fue quinto en Argentina y Austin, octavo en Portugal y su primera victoria no llegó hasta el GP de España. Tras la primera alegría, más decepciones. Ganó en Mugello, pero sumó tres abandonos en Francia, Barcelona y Alemania. Mientras, el de Yamaha conseguía tres victorias y tres podios más antes de verano.
Luego, todo cambió. Bagnaia volvió con las pilas recargadas y una Ducati todopoderosa. Assen fue el punto de inflexión. Ganó mientras a Quartararo le caía su primer cero y, desde entonces, el italiano sumó otras tres victorias consecutivas (Gran Bretaña, Austria y Misano). En Yamaha el sufrimiento iba en aumento: desde junio, El Diablo no ha vuelto a ganar. 47 puntos más en su casillero frente a los 152 de Bagnaia con cuatro triunfos, tres podios y un cero en Japón que revirtió rápidamente. Ahora solo depende de él mismo.