Canadá ya está aquí
El equipo norteamericano gana ante Australia su primera Davis ● Recital de Auger con cuatro puntos de cuatro
Canadá se alzó con la Copa Davis por primera vez en más de 100 años de relación con la considerada Copa del Mundo del tenis, que jugó por primera vez en 1913. El equipo norteamericano, que hasta ayer había jugado solo una final, la perdida ante España en 2019, y con el formato anterior solo accedió 13 veces al Grupo Mundial, termina de establecerse como potencia de presente y futuro con su primera Ensaladera, conseguida en el Martín Carpena de Málaga ante Australia bajo la atenta mirada de 9.522 espectadores (en línea con las buenas entradas de toda la semana para un total de 61.916), entre ellos personalidades como Gerard Piqué o Novak Djokovic.
Felix Auger-Aliassime, por ranking (6º) el mejor jugador de los 39 que acudieron a la cita, fue la clave de bóveda de un equipo que se bastó con él, Shapovalov y Pospisil, sin tener que recurrir a los inexperimentados Galarneau y Diallo. El de Montreal ganó los cuatro puntos que jugó (tres en individuales, uno en dobles), el último con un 6-3 y 6-4 en 1h:42 a Alex De Miñaur, y coronó la temporada de su confirmación (cuatro títulos ATP) con el título oficioso de MVP de las Finales.
Como ante el alemán Otte y el italiano Musetti, Felix, al que desde hace un tiempo aconseja Toni Nadal, no ofreció ningún resquicio a un De Miñaur (24º) que también llegaba de dulce, con dos victorias en dos partidos. Sacó peor que en días anteriores (52% de primeros) y eso le costó hasta ocho amenazas sobre su servicio. Le sirvieron en cualquier caso para exhibir el aplomo que ha ganado este año: salvó las ocho, incluido un 0-40 en el segundo set con el que De Miñaur pudo contrarrestar la rotura que le había endosado antes el canadiense.
Ese juego fue la tumba del australiano, a partir de ahí incapaz de procurarse nuevas opciones de mantener viva la eliminatoria, toda vez que había cedido también un primer parcial en el que empezó mordiendo al resto sin premio. Al final fue Auger el que se escapó en el octavo juego, y empezó a teñir seriamente de rojo la Ensaladera que sienta a Canadá a una mesa muy selecta. Solo 15 de los 195 estados reconocidos internacionalmente por la ONU habían ganado la copa hasta ahora. Ya son 16. Y 33 los entorchados del subcontinente norteamericano, cifra a la que hasta ahora solo había contribuído Estados Unidos, que ve cómo se produce el sorpasso de un vecino tradicionalmente inferior.
Shapovalov. El camino canadiense hacia la gloria lo empezó a asfaltar el triunfo de Shapovalov sobre un Kokkinakis que puso la alfombra roja, nunca mejor dicho. Un 6-2 y 6-4 en 1h:31 le endosó al australiano Denis, en una victoria reparadora para un jugador que no había conseguido ganar ninguno de sus dos enfrentamientos previos en individuales.
“Aún no hemos pensado cómo celebrar esto, pero será larga”, aventuraba ayer en rueda de prensa Frank Dancevic, el capitán canadiense. Y no es para menos.
Ensaladera
Era la segunda final de la historia de los canadienses
Festejo
“La celebración será larga”, aventuró el capitán Dancevic