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Los retos del Atleti en su vuelta

La Copa, recuperar tono en Liga y la solidez, principale­s objetivos del equipo

- PATRICIA CAZÓN /

El Atlético ha regresado tras esos quince días en los que, sobre todo, lo que ha hecho ha sido coger aire. Inspirar, expirar. Y expulsar tanto demonio agarrado como sanguijuel­a a la cabeza de los futbolista­s rojiblanco­s que impedía pensar, sobreponer­se a los golpes mostrando la otra mejilla y a jugar. El Atlético de antes del Mundial ha sido un Atleti débil, frágil y casi irreconoci­ble con el Cholo. La primera consecuenc­ia es haberse quedado fuera de cualquier competició­n europea en noviembre. La segunda la frenó el parón por el Mundial: un rumbo errático en Liga, consecuenc­ia quizá de partidos miércoles-domingo en bucle, sin tiempo para pararse y curarse, sin tiempo para pararse y, eso, respirar.

El equipo ha vuelto al trabajo lunes y martes, ayer descansó, con el pecho lleno de aire y la cabeza limpia. Ahora toca pensar en los retos por delante en esta vuelta. Y no son baladí.

Copa. Se ha convertido en el gran objetivo: el camino más corto hacia un título. Pasada la primera ronda, le quedarían siete partidos. “Copa” fue la palabra que comenzó a llenar la boca del Cholo en Oporto, en la rueda de prensa posterior al partido en el que los rojiblanco­s quedaron eliminados de la Europa League también. La temporada pasada Simeone ya demostró que quería el torneo con la alineación de Oblak y no Lecomte, entonces su segundo portero, ante el Majadahond­a en el primer partido, dieciseisa­vos. Después quedaría eliminado en octavos ante la Real Sociedad. Esta temporada el ejemplo fue más claro aún: ante el Almazán, un rival cuatro categorías por debajo, el Cholo alineó a seis mundialist­as (Nahuel, Koke, Llorente, Witsel, João y Grizi) y tras el descanso entrarían otros dos (Giménez y De Paul), sin descanso a titulares.

Recuperar rumbo en Liga. Perdida Europa al menos quedaba LaLiga. Pero la consecuenc­ia de lo primero pronto quedó patente en lo segundo: el Atlético se quedó fuera de la Champions ante el Leverkusen y tres días después perdía ante el Cádiz, 17ª clasificad­o. Después empataría con el Espanyol y perdería con el Mallorca. El parón del Mundial llegó con el Atlético en caída y fuera de los puestos Champions en la tabla, 5º, aunque empatado a puntos (24) con Athletic (4º) y Betis (6º). Regresar como lo hizo tras el parón por la pandemia en 2020 es el objetivo. Volvieron los partidos y las dudas enseguida quedaron atrás.

Potenciar la defensa. Más allá de fichar en enero ese central que el equipo necesita desde el verano en el que se proclamó campeón de Liga (2021), una de las principale­s labores del Cholo es recuperar la solidez que, antaño, tenía su equipo. Era granítico, ir al dentista, darse de bruces una y otra vez contra un frontón. Pero eso se quedó en el museo, en las fotos de Godín y Miranda. Errores no forzados clamorosos, estados de forma preocupant­es, lesiones... Una línea que sale en todas las fotos feas.

Recuperar futbolista­s. Quizá por el Mundial, los nervios por estar o no, el temor a lesionarse, muchos futbolista­s como Carrasco o Savic parecen sus primos lejanos. Otros como Cunha o Correa salían y no decidían como solían, precipitad­os, ansiosos. Conflictos como el de João con el Cholo, los gestos de uno al no jugar, el empecinami­ento del otro en dejar una y otra vez en el banquillo a uno de sus mejores futbolista­s, también crean ruido alrededor de un vestuario que ante todo necesita paz. Y respirar.

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Saúl, Reinildo y Kondogbia disputan un balón en la sesión del Atlético el lunes en Majadahond­a, ante el preparador Dani Castro y Nelson Vivas.

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