Luka, el ‘otro’ brasileño
“Juego como ellos”, afirmó después de la ‘Duodécima’
Luka Modric evita hablar de su final con Croacia. No quiere ni mencionarlo. Ayer se le preguntó algo más obvio, si era su último Mundial y ni por esas quiso hablar de final, aunque reclamaba con sorna si alguien en la sala tenía “el secreto de la eterna juventud”. A sus 37 años y ante unos cuartos de final de otro Mundial no quería dar ni un síntoma de debilidad ante Brasil, un equipo y una filosofía que admira. Después de ganar la Duodécima a la Juventus en Cardiff se dio una imagen curiosa en el vestuario. Los jugadores brasileños del Madrid, Casemiro,
Marcelo y Danilo, se arrimaron a Roberto Carlos para posar juntos. Pero rápidamente se acercó Modric a ellos para salir en la foto. Con Roberto Carlos extrañado, Lucas Vázquez espetó: “¡Luka, tú no eres croata! A lo que Modric contestó tajante: “Sí, pero juego como un brasileño”.
Así reivindicó su talento, el mismo que puso en valor en sala de prensa cuando se le preguntó por los halagos que Vinicius le había dedicado. “Es bonito escuchar que Vini habla bien de mí y usa palabras de reconocimiento. Es un gran tipo y tenemos una gran relación. Está en una forma increíble y ha mejorado mucho desde que llegó al Madrid. Se nota tanto en el club como en la selección. Será difícil pararlo. Todos conocen sus cualidades, pero si puedo ayudar con algún detalle a hacerle el trabajo más difícil, lo haré”, sentenciaba.
Modric es el líder de Croacia en lo futbolístico y en lo espiritual. Un padre, casi. Después de eliminar a Japón en los penaltis el beso en la frente que le dio a Livakovic llenó al día siguiente las portadas de los diarios. El medio no había participado en la tanda, pero hace un año plantó la semilla de la confianza en su portero. Livakovic pasaba por un momento de dudas y en una conversación grabada se aprecia cómo Modric invita al portero a liberarse mentalmente, a tomar el riesgo de cometer errores porque nadie está libre de ellos. Funcionó.
Liderazgo Hace un año tuvo una charla con Livakovic que ha sido decisiva