Una derrota inexplicable
El AS Mónaco se lleva la victoria tras forzar Mike James la prórroga con un 3+1 al cometer Tavares una personal
De noche feliz a desenlace inexplicable con victoria del AS Mónaco, que sigue ahí arriba. Tiene talento, el infinito de Mike James (28 puntos), y da muestras de que es un equipo. También el Madrid; sin embargo, sus errores lo condenaron a la derrota después de seis victorias seguidas en la Euroliga. Un triunfo que se le escapó incomprensiblemente de las manos, como el día del Olympiacos, pero peor. Porque vencía por cuatro (88-84) antes de la prórroga y concedió un 3+1 difícil de justificar, aunque fuera Tavares, el mejor, el que la liara (17 puntos y 18 rebotes).
Musa hizo 24 tantos con 10 de 11 desde la personal en un duelo con 71 tiros libres (91% el Real y solo 65% el Mónaco) que se estiró hasta las dos horas y media. Para rematar la mala noche, los locales no cometieron falta en el último ataque visitante y el tiempo se consumió hasta casi la nada, como en la pasada Final Four. El Mónaco celebra su segundo puesto, el Madrid medita.
La primera parte no fue para sacar conclusiones. Los blancos viajaron con una renta de 10 en varias ocasiones y, en solo dos minutos, emergió James con dos triplazos impecables en el uno contra uno para dejarlo todo en un pañuelo: 48-45. El base estadounidense llevaba 14 puntos en 14 minutos y era la pieza casi por sí sola que lograba abortar el demarraje local. Un Madrid que sin Deck (“Está sobrecargado”, informaba Chus Mateo en la previa) salía con Abalde de titular. El gallego metía tres triples rápidos. La rotación de Tavares se estiraba, pero al entrar Poirier (apenas 4:20 por cometer dos personales), el Real pegó un acelerón con 8 tantos del francés: 38-28. Entre James y Loyd lo habían igualado todo y el tercer periodo resultó un volver a empezar encabritado, con un ritmo en el que el AS Mónaco sacó tajada: rebotes ofensivos, pérdidas locales y... 60-65. Sonaba con fuerza la alarma.
Era apretar ya o llegarían curvas, y empujó Yabusele (72-68). El Mónaco no se soltaba. Al minuto final se entró con 86-81, Okobo la clavó de tres, Tavares parecía sentenciar desde la personal y… Loyd sufrió un fortísimo golpe involuntario en la cara y salió de la pista en camilla. Tras el parón, James irrumpió con ese increíble 3+1 para forzar la prórroga que dejó congelados a los blancos. Tavares era eliminado y el apagón ofensivo crecía. El Chacho marró dos triples y Musa puso el 94-95. Restaba 27 segundos y el Madrid no hizo falta. Lecciones del baloncesto.