Los clubes creen que la amenaza de la FEF es un “farol”
La ruptura se debe a los ingresos
L a Primera Federación vive una nueva crisis. Un nuevo capítulo en el desencuentro RFEF-clubes por la gestión de la categoría, que apenas cuenta con un año y medio de vida. Y que puede que tan solo se quede en dos. Como adelantaba el miércoles AS, la competición podría desaparecer y regresar al antiguo formato de Segunda B ante el hartazgo mayúsculo que existe en Las Rozas con varios de los equipos, a los que acusan de boicot. Esta noticia ha sorprendido a todos los clubes, aunque algunos creen que se trata de “un farol” de Rubiales para apretar las tuercas a los equipos y acaben plegándose a las peticiones de la Federación.
El cisma se produce por dinero. Los presidentes y directivos solicitan más ayudas e ingresos por parte de Rubiales para hacer frente a las exigencias de la categoría. Esto se debe a que cada vez existen más requisitos para profesionalizar la liga, una de las grandes reclamaciones que hicieron los clubes más potentes de la antigua Segunda B a la Federación. Fue durante la pandemia cuando estos solicitaron crear una nueva categoría (cuyo proyecto fue llamado inicialmente Segunda B Pro) para atraer a patrocinadores y televisiones y acabar con los pagos en negro a los jugadores y con el fraude a Hacienda. Así nació la Primera Federación. Pero año y medio después, la situación no ha mejorado: por televisión no se ingresa tanto como se esperaba y no hay una operadora duradera, la categoría sigue sin naming, los patrocinadores no llegan... Por lo tanto, el dinero es escaso.
Las reacciones a la más que posible desaparición de la Primera RFEF no se han hecho esperar. Algunos clubes creen que el posible regreso al modelo de la Segunda B es un órdago de la Federación ante las dificultades que se han encontrado con su propuesta de control económico. Incluso se sospecha que el siguiente paso a medio plazo sería crear una liga de un solo grupo de 20 o 22 equipos. Con este modelo, la categoría sería mucho más atractiva y con mayores posibilidades para su rentabilidad, ya que las cantidades por la venta de los derechos televisivos serían mucho mayores.
Otras voces consideran que todos los clubes de la categoría deben ir de la mano y esgrimen que la Federación debe ser más transparente. Afirman que el control económico es necesario, pero no quieren firmar nada sin saber cómo sería ese control.
La única declaración oficial sobre esta bomba ha llegado por parte de la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo. “En la reunión que tuvimos en la Federación se puso de manifiesto que algunos clubes no están de acuerdo con la actual configuración de la categoría. Que se estudien las cosas nunca es malo, hay tiempo hasta el final de la temporada. Es una categoría bonita y competitiva, pero los gastos son mayores y los recursos no son los esperados”, reconoció. El desenlace del tema tiene difícil resolución.
Pontevedra “Estudiar las cosas nunca es malo. Hay tiempo hasta junio”