El Fiat 500e es un eléctrico convincente
La versión sin emisiones del utilitario se revela como un coche ideal para la ciudad, con un tamaño apropiado, una autonomía sobrada y un comportamiento sorprendente
Si un planteamiento de coche eléctrico tiene realmente sentido a día de hoy, sin duda se ciñe a la propuesta que se materializa en el Fiat 500e. Se trata de un vehículo utilitario, funcional, sencillo, lógico y más que suficiente para satisfacer las necesidades de un buen número de conductores.
Los largos viajes en un automóvil sin emisiones siguen siendo una apuesta atrevida por los condicionantes de la autonomía. Sin embargo, para una utilización cotidiana y principalmente urbana, el 500e es prácticamente ideal.
El único inconveniente que lo penaliza son los 35.000 euros que cuesta la exclusiva vervía sión Red, aunque de esta cantidad se pueden descontar las ayudas del plan Moves III, en las autonomías en las que se encuentren disponibles.
En todo caso es una cantidad elevada para un coche de sus dimensiones, siendo no menos cierto que el ahorro en combustible juega a su favor si se le otorga el uso necesario a lo largo del tiempo. Y lo mucho que ofrece en otros aspecto permite que el sobrecoste resulte más llevadero.
Para empezar, el diseño del 500 soporta como pocos el paso de los años. Se mantiene como un automóvil atractivo, simpático y con un tamaño ideal para la circulación en la ciudad. Se mueve con agilidad en ella y se aparca en casi cualquier espacio, sin necesidad de pagar al hacerlo en la pública. Una de las ventajas más claras de su etiqueta Cero de la DGT para quienes vivan en localidades con Zonas de Bajas Emisiones, junto con el acceso libre a las mismas.
El interior del 500e es sencillo pero completo, un minimalismo muy en la línea de la eficiencia y sostenibilidad del producto en general. La clave de este enfoque es su motor, que con 118 CV regala unas respuestas contundentes, sorprendiendo con un dinamismo que arranca más de una sonrisa durante su uso.
La batería de 42 kWh permite acercarse a la autonomía declarada, ya que con consumos reales por debajo de 15 KWh a los 100 kilómetros, llegar a los 300 kilómetros es más que habitual. Y lo cierto es que no se precisa más...