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Guardiola baila en carnaval

El ariete marca el único tanto del partido y saca al Cádiz del descenso ● El Rayo, lejos de su nivel habitual

- DIEGO MARTÍN /

E l Cádiz se aferra a Primera con uñas y dientes. A los de Sergio hay que empezar a tomarles muy en serio, sobre todo en su feudo, donde siguen sin perder desde septiembre. Los amarillos (ayer color salmón en homenaje al carnaval de Cádiz) derrotaron por méritos propios a todo un Rayo, que, no lo olvidemos, está en puestos europeos.

Sorprendie­ron ambos entrenador­es con sus alineacion­es. Sergio, ante la baja de Ocampo, se decantó por Sobrino, e Iraola hizo caso a la petición de su afición y formó de inicio por primera vez con Camello y De Tomás juntos.

La primera parte resultó ser más una partida de ajedrez que un encuentro de fútbol. Si fuera un combate de boxeo, la primera mitad sería para el Rayo, a los puntos. Los franjirroj­os gozaron de dos ocasiones claras, una de Camello desde la frontal del área (fuera) y otra con un gol anulado a De Tomás por fuera de juego. En esta acción, los vallecanos reclamaron un posible penalti de Luis Hernández a Catena.

La segunda mitad comenzó con muchas faltas e interrupci­ones, pero con algo de más ritmo. Empezó avisando el Cádiz a partir de la imaginació­n de un Bongonda siempre cubierto. Al belga le costó penetrar por banda, pero de sus pies llegaron las ocasiones más peligrosas de los locales. Fue Guardiola el que pudo abrir el marcador tras un mano a mano con Dimitrievs­ki, pero su disparo, algo defectuoso, fue muy centrado y sin problemas para el meta. El Rayo lo intentaba de manera inerte, con centros continuos de Álvaro García en busca de un desapareci­do De Tomás. El partido estaba para el primero que acertara en el último pase. Un mínimo error podía cambiar el signo del partido.

Fue en el 74’ cuando el partido cambió. Guardiola enmendó su error con un tanto que sacaba a su equipo del descenso. El ariete recogió un pase filtrado por Sobrino, y esta vez no falló tras encarar a Dimitrievs­ki. En su celebració­n pidió perdón por su pasado rayista. De ahí al final del partido el Rayo fue un quiero y no puedo ante el recital defensivo de los de Sergio, sin concesione­s atrás. Con esta victoria, el Cádiz se coloca 14º y manda un aviso a sus rivales: el Mirandilla continúa infranquea­ble.

Reacción El 19 del Cádiz pidió perdón tras marcar por su pasado rayista

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Guardiola bate a Dimitrievs­ki con un disparo con la pierna izquierda.

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