De Cáceres a Filipinas
España cierra la fase de clasificación ante Italia ● Si gana, llegará al Mundial como campeón y número uno del ranking
Después de una clasificación inmaculada, donde apenas perdió en Tblisi (luego tierra talismán en el Eurobasket) contra Georgia, la Selección de baloncesto cierra este domingo su camino al Mundial en Cáceres con el billete sacado desde noviembre. España defenderá el título en un torneo que se jugará a tres bandas entre Manila (Filipinas), sede también de los cruces de cuartos en adelante, Okinawa (Japón) y Yakarta (Indonesia) y al que aspira a llegar nada menos que como número uno del ranking, condición que estrenó con éxito el jueves en Islandia y que tratará de mantener este domingo con una victoria contra Italia.
Un España-Italia siempre es algo más que un partido por más que no haya nada en juego. En noviembre ya se vio un partido precioso en Pésaro, que se llevó la Selección (8488) en la prórroga después de una actuación bárbara de Jaime Fernández. España también se llevó por delante a Italia en el último Mundial (67-60 en Wuhan). Partidos siempre con intriga y un punto de drama, que tienen además estos días un duelo fabuloso en el banquillo. El profesor Scariolo, señor de los Eurobasket y también campeón del Mundial, contra el pasional Pozzeco, que dio todo un show en Berlín, subiéndose a lomos de Antetokounmpo cuando los italianos, con él expulsado, eliminaron en octavos a Serbia. Luego se le escaparía de las manos la victoria contra Francia…
Hierve Cáceres con la visita de la Selección. 6.000 espectadores llenarán el Paballón Multiusos para ver a un equipo que ha trascendido a sus jugadores. Más allá de la presencia de dos campeones (Alberto Díaz, vaya meses lleva el malagueño, y Joel Parra), la Selección ha conectado con la gente a través de los valores en una transición realmente admirable. De los años dorados de los Gasol, Ricky, Navarro, Rudy o el Chacho, a ese equipo del pueblo y de los valores, cocinado a fuego lento por Scariolo desde las Ventanas de Benahavís en 2017 que explotó en Berlín, liderado por Rudy y con el empujón de Lorenzo Brown. Habrá meses para hablar de las ganas de Ricky por estar en el Mundial y defender su condición de MVP; de la primera aparición internacional de Aldama, de los esfuerzos de los veteranos como Rudy y Llull por llegar; del nuevo Garuba y hasta de los soldados Hernangómez, para quienes un año en la NBA es casi una pretemporada para dar lo mejor con su país. Pero antes, aplaudamos a este equipo que, desde Almere a Riga, desde Pésaro a Tblisi, pasando por Jaén, Córdoba, Huelva o Cáceres, se ha vuelto a ganar con su sudor estar en un Mundial. El camino también cuenta.
Todo vendido
6.000 espectadores llenarán el Pabellón Multiusos de Cáceres