“Un cargo político lo sabía y se calló”
La RFEF evita nombrar a Albert Soler, ex del Barça y del CSD, en el escándalo ● Estrada es señalado también, pero sin ser mencionado
El secretario general de la Federación (RFEF), Andreu Camps, y el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Medina Cantalejo, comparecieron ante la Prensa nadando entre un mar de colegiados, unos retirados y otros en activo, llegados desde todos los puntos de España que ocuparon los 240 asientos de las diez primeras filas del salón Luis Aragonés de Las Rozas. Juntos, eufemísticamente, entonaron el ‘Negreira no nos representa’ sólo seis horas antes del Clásico de Copa que se disputó anoche en el Bernabéu. “No hay evidencias de que un árbitro sea deshonesto. Si ha habido algo, está relacionado con personas que ya no pertenecen a esta casa”, dijo el líder de los árbitros españoles.
La comparecencia conjunta de Camps y Medina, presentada como una prueba de “total transparencia”, dejó dos grandes nebulosas. Primero el secretario general de la RFEF y después el presidente del CTA señalaron a dos personas, un político y un árbitro, sin dar sus nombres. Al primero le reprochan conocer los hechos y no denunciarlos, y al segundo no colaborar en la encuesta de la RFEF entre el colectivo arbitral. “Alguna persona conocía los hechos y no los denunció a pesar de tener responsabilidades gubernamentales”, afirmó Andreu Camps. Al ser preguntado, clara y directamente, si esa persona es Albert Soler, exdirectivo del Barcelona y exdirector general del Consejo Superior de Deportes (CSD), Camps no lo desmintió, pero al tiempo echó balones al tejado. “No damos nombres, la Federación estudia si de tal derivación se podrían emprender acciones legales”, advirtió. Es sabido que Soler declaró ante la Fiscalía como testigo que conocía los informes para el Barcelona que realizó Javier Enríquez, hijo del exvicepresidente del CTA.
En cuanto al árbitro que no ha colaborado con la Federación “desatendiendo un requerimiento de la empresa que le paga”, Medina Cantalejo emuló a Camps y no quiso dar el nombre. “Hay un árbitro que no ha respondido al formulario que se le envió y que, en dos ocasiones, ha rehusado hacerlo”. Según las fuentes federativas consultadas por este periódico, el árbitro que se salió del redil es Estrada Fernández, quien ayer presentó una querella contra Negreira en un juzgado de Barcelona. Tanto Camps como Medina aseguraron ante su audiencia que “en cuanto la querella de Estrada Fernández sea admitida a trámite, la RFEF se personará en la causa”.
Rubiales. “La RFEF quiere llegar al final de esta investigación, y eso es lo importante más allá de que, desde otras instituciones, se haga referencia a la prescripción de los delitos”, dijo Camps en referencia a unas declaraciones del presidente de LaLiga.
“La RFEF aprobó la creación de un departamento de integridad con la llegada de Rubiales a la presidencia y cambió la cúpula del CTA”, recordó Camps quien excusó la ausencia de Rubiales “por sus obligaciones en el extranjero”.
La convocatoria concluyó con una proclama de Medina Cantalejo. “Se ha hablado de un vicepresidente, de su hijo y del FC Barcelona, que son los que tienen que rendir cuentas. Esto que ha pasado es una vergüenza y hay que limpiarla a base de honestidad. Ni yo, ni ningún otro árbitro, somos corruptos”.
Fiscalía
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Corrupción
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