Benzema abre el debate
El Real Madrid llegaba al Clásico de ida de semifinales de Copa con las buenas sensaciones de Liverpool (aunque ligeramente atenuadas por el mal rendimiento en el derbi ante el Atleti) y animado por las numerosas bajas del Barcelona (Lewandowski, Pedri, Dembélé, Christensen...) para sacar un resultado positivo con el que atar a medias la eliminatoria. Pero nada más lejos de la realidad: el equipo de Ancelotti acumuló mucho balón (65%), pero apenas llevó peligro a la portería de Ter Stegen y, de hecho, no remató ni una vez entre los tres palos, algo que no había sucedido en un Clásico en el siglo XXI.
Es el primer partido de la temporada en el que el Madrid no hace ni siquiera un disparo a puerta; su promedio este curso venía siendo de 6,5 tiros por encuentro. Y en toda la pasada temporada sólo sucedió una vez, en el terrible encuentro en París contra el PSG. Un dato que denota inoperancia ofensiva y que señala claramente a Benzema, al que las cifras, pese a todo, le siguen acompañando (12 goles en 14 partidos tras el Mundial, aunque cinco de ellos desde el punto de penalti), pero que sigue muy lejos de sus mejores sensaciones, esas que mostró la pasada temporada, abriendo un debate de cara al próximo verano en el seno del club blanco.
Benzema empezó esta temporada con 34 años y medio, pero sus números de la campaña anterior lo distorsionaron todo; también las conclusiones a las que llegó el Madrid de cara al futuro del ataque. Un jugador capaz de hacer 44 goles en 46 partidos no parecía necesitado de relevo; el Madrid apostó fuerte por Mbappé y dejó pasar de largo a Haaland, el plan salió mal y se presentó este curso sólo con Karim en punta, con un Mariano en el que no se confía nada en la reserva y con un ejército de jugadores de banda (Asensio, Rodrygo, Hazard...) para hacer ese rol llegado el momento.
Y el peor guion se está cumpliendo: Benzema se ha perdido ya 12 partidos debido a siete problemas físicos diferentes (además del
El Clásico volvió a evidenciar que está lejos de su mejor nivel, que mostró la pasada temporada
El Madrid valora si hace falta ir al mercado en verano o si puede recuperar la forma óptima a los 35 años
Mundial de Qatar) y no encuentra su nivel, por falta de continuidad y, probablemente, también porque los años pasan para todos y en algún momento se le tenían que empezar a ver las costuras al actual Balón de Oro. Ancelotti ya ha reclutado a Álvaro Rodríguez para el primer equipo procedente del Castilla (en el Clásico fue el último recurso para buscar el empate) y en el club ya valoran si con Benzema y el uruguayo dará para aguantar la temporada que viene o si hace falta ir al mercado, con el coste que ello tendría.
La temporada 2024-25 apunta a ser un curso de cambio en el Real Madrid, por varios motivos: llegará Endrick, procedente del Palmeiras, y no se descarta que con potencial para poder ser de la primera plantilla desde el inicio; y se hará todo lo posible para acometer el fichaje de Mbappé o Haaland. El primero estará libre, si es su deseo (tiene contrato hasta 2025, pero la última temporada es opcional y sólo depende de él); y el segundo tiene una cláusula liberatoria a partir del verano de 2024 muy alcanzable para el Real Madrid. Pero entre medias está la temporada 2023-24 y ahí viene la duda: ¿qué debe hacer el club madridista?
Hay tres vertientes en ese debate: una es tirar con Benzema como esté y con Álvaro Rodríguez, confiando en que entre ambos y con la colaboración de los secundarios (Vinicius, Rodrygo, Valverde...) se pueda sacar adelante el curso; otra, firmar a un jugador de coste moderado y que llegue sabiendo que su rol es el de suplente, aunque la experiencia de Jovic ha restado mucha fuerza a esta opción; y la última, hacer una inversión fuerte por un delantero contrastado, de presente y futuro, para que se complemente a partir de 2024, ojalá, con Mbappé o Haaland en el ataque del Madrid.