El Jumbo toma el mando
Laporte, con Vingegaard a su servicio, estrena el Dauphiné tras apagar una fuga de 150 kilómetros de Herregodts, tercero
Mientras Tadej Pogacar (UAE) empieza a rodar sobre la bicicleta, con una férula de plástico para proteger su operada muñeca izquierda, el pelotón avanza hacia el Tour de Francia. El esloveno se cuida en Sierra Nevada y su némesis, el vigente campeón de la Grande Boucle, Jonas Vingegaard, experimenta en el Dauphiné, banco de pruebas habitual antes de la gran cita del calendario. El año pasado, fue el laboratorio particular del Jumbo, que estrenó la carrera ganando con Wout van Aert y la terminó llevándose la general con Primoz Roglic, con Vingegaard segundo. Todo sigue igual.
Esta vez, la primera etapa, celebrada ayer, fue para Christophe Laporte. La general, por su parte, la quiere el danés, que trabajó para su compañero. A unos 500 metros de meta, le lanzaba hacia una victoria que Rune Herregodts (Intermarché) no quería soltar. Desde la fuga, tras rodar 150 kilómetros en cabeza, el belga, nacido en Aalst como Remco Evenepoel, aguantó hasta los ultimísimos metros para cruzar la meta tercero, por detrás de Matteo Trentin (UAE). Honor para él, gloria para el Jumbo.
En una etapa tan imprevisible como el tiempo, que pasó de cielos despejados a lluvia intensa según el tramo, la fuga no tardó en formarse. Fue pequeña, de cinco corredores, y controlada, especialmente por el Bora y el equipo neerlandés. El recorrido, 158 km rompepiernas con salida y llegada en Chambon sur Lac, permitía ejercitar la imaginación. Especialmente, la de Herregodts.
Españoles Enric Mas y Mikel Landa, cortados, se dejan los primeros segundos
Sólo el implacable avance de la maquinaria del Jumbo pudo con el belga. Todos para Laporte, que sumó su 29ª victoria, porque Laporte suele estar para todos cuando se le precisa, como en ese Tour que asoma. Vingegaard, como un gregario más, le empujó hasta el final. El danés, además, pensando en la general, también se llevó su parte: tanto Enric Mas como Mikel Landa se dejaron segundos. De la escuadra española, también volvió a rodar Carlos Rodríguez tras la fractura de clavícula que sufrió en la Strade Bianche. Se tiene que ganar los galones del Ineos. Mientras todos van poniendo las cosas en su sitio, incluido ese lejano Pogacar, el Jumbo toma el mando.