El triunfo de la perseverancia

Nada se podrá asemejar a aquellos minutos que tardó Zidane en salir del césped del Santiago Bernabéu en su último partido como jugador del Madrid, a mis lágrimas, a mi voz rota en directo en la radio. Sin embargo, no puedo esconder que ver irse a Benzema me ha hecho recordar una multitud de situaciones, de imágenes, de palabras, de sentimientos. Siempre tendrá un hueco muy especial en mi carrera de observador de fútbol. Mucha gente ha preferido olvidarlo pero, sin exagerar mucho, creo que en algunos momentos solo fuimos dos que todavía creíamos en Karim y que nos manteníamos firmes en defenderlo frente a olas de odio: Florentino y yo. Así que, ahora que nos toca hacer el balance de estas 14 temporadas con la camiseta blanca, diría que, ante todo, Benzema representa el triunfo de la perseverancia.

Soñó con jugar en el Real Madrid y jugó en el Real Madrid. Soñó desde niño con ser alguien importante en el Real Madrid y es una leyenda del Real Madrid. Cada año, venía a las oficinas del Bernabéu un gran club europeo llamando a la puerta de Benzema con un montón de dinero como reclamo y Karim decía que no, que se quedaba en la capital de España.

Incluso el emir de Qatar, en las horas más bajas del delantero francés con el equipo blanco, le dio a él y a Florentino Pérez un cheque en blanco y, pese a lo tentadoras de las ofertas, ambos las rechazaron sin dudar un solo instante. Karim se va ahora con los deberes hechos y sus grandes deseos cumplidos. Me hubiera gustado verle un año más aquí, pero sé que en Arabia Saudí se encontrará a millones de fervientes madridistas...