Pablo Fornals “Llego en plena forma y en racha goleadora”
West Ham y Fiorentina se enfrentan mañana en Praga en la final de la Conference League. Solo un español tiene la posibilidad de levantar el título: Pablo Fornals. El castellonense, tras vivir su año más complicado en la Premier, derrocha ilusión.
Pablo Fornals (Castellón, 1996) atiende a AS recién salido de su peluquería habitual en Londres, donde los dueños, de origen turco, le han estado hablando del Galatasaray, Besiktas y Fernabahçe. Allí Fornals se puso guapo, quizás porque espera salir este miércoles en muchas fotos. Sonriendo, claro. Con un copa, la de la Conference League.
—¿Nervioso?
—De momento, no. Tengo ganas de viajar a Praga (llegaron ayer) y que llegue la final.
—¿Qué hace un futbolista en los días previos a una final?
—El sábado aproveché para ir a España a ver a mi familia, estar con mis padres y darle un último achuchón a mi hijo.
—¿Le acompañarán en Praga?
—No pueden. Así que imagínate las ganas que tendré si ganamos el título de volver a casa para celebrarlo con ellos.
—El West Ham jugó su última final en 2006 (FA Cup) y su última europea se remonta a 1999 (Intertoto). Ha pasado mucho tiempo.
—Esta final se ve como un hito. Y más después de la temporada que ha sido muy complicada en Premier. Quizás por ese sufrimiento, afición y equipo afrontamos está final con ilusión y frescura.
—¿Por qué esa doble cara en Premier y Europa?
—La Premier es muy complicada. Quizás se puede achacar a que gracias a llegar en Europa tan lejos, las piernas se han cargado más. Ha habido rotaciones, pero no tantas, y la temporada se ha
Doble cara
“Cuando en la Premier lo pasamos mal, la Conference nos dio vida”
hecho larga para alguno. Pero, al final, logramos en Premier la permanencia y estamos en la final.
—¿Les ha sobrado la Conference en algún momento?
—Al contrario. Nos vino bien para la autoestima. Esta competición nos ha permitido sentir durante el año que teníamos la oportunidad de hacer algo bonito. Tras cada sorteo, veíamos que podíamos seguir pasando rondas y nos ha mantenido muy vivos.
—¿Qué supone para el West Ham esta final?
—Mucho. Es el premio a un esfuerzo que está realizando el club desde hace años por consolidarse. Se están haciendo grandes inversiones y esta final respalda ese proyecto. Para el West Ham es importante estar en esa primera fila, le ayuda a crecer como club y que grandes jugadores quieran venir.
—¿Qué le dice la Fiorentina?
—Será un partido en el que cada uno tiene sus armas. A pesar de que jugamos en ligas totalmente diferentes, creo que West Ham y Fiorentina tienen un estilo parecido, de transiciones rápidas, de mucha gente en el área, de presión fuerte, esperando el error del rival…
—¿Cuál es la clave?
—La de cualquier final. Intentar no equivocarte tú y que lo haga el contrario. Por eso es muy difícil ver partidos vistosos en una final, porque tu prioridad es no equivocarte.
—¿Usted cómo llega?
—Creo que bien. Muy bien, la verdad. En forma y en racha. En los últimos cinco o seis partidos he marcado varios goles y estoy contento por cómo estoy acabando la temporada. Al menos creo que se lo estoy poniendo difícil al entrenador… o fácil para que me elija en el once.
—Lleva meses peleando por estar en el once…
—Nunca bajé los brazos.
—Su celebración, con lágrimas, tras su gol al Bournemouth dijo mucho de lo difícil que estaba siendo el año para usted.
—Esta es mi cuarta temporada aquí. En las primeras jugué muchísimo. Pero este año, quizás por demérito mío y también por mérito de mi compañero, no tuve tantos minutos. Pero siempre tengo ambición e, insisto, nunca bajé los brazos. No ha sido una temporada fácil, pero cuando te paras a verlo en frío, la vida no gira entorno a ti y si tu compañero lo está haciendo bien, lo único que puedes hacer es apretar para cuando te toque a ti. Y me ha salido bien, porque en las últimas semanas he recuperado sensaciones.
Mentalidad
“Es el año que menos he jugado, pero nunca bajé los brazos”
—¿En qué ha cambiado en estos cuatro años en Londres?
—En mucho. Cuatro años es mucho tiempo. He jugado muchos minutos en la Premier League y siempre podré decir que no me volví a los seis meses. He sido papá aquí, me voy a casar estando aquí… Esta experiencia es muy positiva.
—Entiendo que dice lo de los “seis meses” para poner énfasis en lo complicado que es adaptarse a la Premier…
—Totalmente. Para los que físicamente no somos portentosos, no es fácil la adaptación.
—¿Y cómo se adapta un jugador como usted?
—Si tuviera la clave, la compartiría para todos los que quisieran venir. Pero cada persona y cada caso es un mundo.
—Le queda un año de contrato...
—Estoy esperando a que el club decida o diga algo. Pero hoy no toca hablar de eso.
Jugamos una final.
Contrato
“Me queda un año, estoy a la espera de que el club decida algo”