Mendilibar sufrirá la nueva política para el banquillo
Los finiquitos fueron un problema
José Luis Mendilibar y el Sevilla seguían ayer lunes limando el contrato que debe atar al técnico vasco y al club de Nervión por lo que, a priori, será una campaña con opción a otra más. En el Sánchez-Pizjuán no quieren hipotecarse con el nuevo inquilino de su banquillo después de haber afrontado esta misma campaña dos finiquitos multimillonarios entre el de Julen Lopetegui y el que todavía deben abonar a Jorge Sampaoli.
Ése, el de no echarse en brazos de ningún entrenador, ha sido uno de los grandes aprendizajes que el Sevilla ha sacado de esta complicadísima campaña que, gracias a la mano de Mendilibar, ha terminado con el final más feliz posible: el séptimo título de Europa League. Lopetegui tenía contrato hasta 2025 y a Sampaoli se le firmaron dos años con pocas ventanas de salida. Y ese peaje ha supuesto un tremendo desembolso para las arcas hispalenses. Así que habrá nueva política a partir de ahora.
Realmente, el de la duración no parece que vaya a ser un gran problema para que Mendilibar acabe estampando su rúbrica en el nuevo contrato, algo que se espera oficialmente más pronto que tarde. Lo de firmar año a año es algo a lo que ya se había acostumbrado durante su carrera, sobre todo en el Eibar. Las discrepancias han surgido más bien en lo que suelen surgir casi siempre, las cantidades económicas.
El de Zaldibar, que volvió a Sevilla después del encuentro en Anoeta a pesar de la cercanía de su tierra y aunque los jugadores ya tienen vacaciones, pretende dejar sellado su futuro y planificar cuanto antes junto a Monchi una ilusionante próxima campaña en la que tendrá la oportunidad de disputar la Champions League a partir de septiembre.
Acuerdo
Será de un año con otro opcional, a lo sumo. Faltaba lo económico