La revolución de la sangre seca
El Gobierno da luz verde, con el RD que desarrolla la Ley Antidopaje, a un nuevo método de control
El Consejo de Ministros aprobó ayer el Real Decreto que desarrolla la Ley Antidopaje de 2021. Y, entre la letra pequeña, incorpora un nuevo método para llevar a cabo controles, el de las muestras con gotas de sangre seca, que los expertos califican como una “revolución” en la lucha contra las trampas. La Comisión Española de Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD) lleva dos años realizando pruebas con voluntarios y chequeando diferentes modelos, y con la publicación del RD podrá sancionar en base a este test que la Agencia Mundial Antidopaje ya utilizó en los Juegos de Invierno de Pekín 2022.
¿En qué consiste? Un simple pinchazo en el dedo (al modo de un análisis de glucosa en sangre) con el que se extrae una gota que se traslada a un papel secante para llevarla al laboratorio. O con un dispositivo Tasso que se coloca en el brazo y recoge la muestra directamente.
“Es mucho más económico, lo que nos permitirá hacer más controles y, sobre todo, transportarlos con más facilidad no teniendo que declarar líquidos orgánicos al traspasar fronteras ni llevarlos refrigerados con un sensor especial para mantener la temperatura”, explica José Luis Terreros, director de la CELAD. De este modo, se podrían evitar los frecuentes recursos por fallos en la cadena de custodia.
El test de sangre seca no permite, eso sí, detectar el cien por cien de las sustancias prohibidas específicas, pero cada vez se incorporan más y sus muestras también sirven para la elaboración de perfiles de pasaporte biológico.
Precisamente, en el RD se recuerda que el pasaporte, en entredicho en España tras la sentencia de la Audiencia Nacional en el caso del ciclista Ibai Salas, es un “método válido” para sancionar. Una reafirmación frente a conflictos futuros.
Otra novedad del reglamento es la creación de un nuevo ‘Grupo de control’ de deportistas, en el que se integrará a unos 800, que estarán obligados a indicar su localización de entrenamiento habitual para someterse a controles fuera de competición. Si faltan a tres, serán incluidos en el ya existente ‘Grupo registrado de control’ en el que están entre 300 y 500 deportistas (dependiendo si es año olímpico) que sí deben comunicar su paradero las 24 horas a través del sistema ADAMS y sí son sancionados con tres faltas.