AS

Bellingham vs la Quinta del Pipo

Vuelve el inglés ante un Valencia que mira a Europa con diez canteranos en su plantilla, la más joven de Primera Vinicius y la afición che, bajo vigilancia

- LUIS NIETO

Parece que hay fuego alrededor del partido”. Eso dijo Rubén Baraja ayer en rueda de prensa. Eso percibe el Valencia, que emitió un comunicado llamando a la ejemplarid­ad a sus más de quinientos aficionado­s que acudirán al Bernabéu. Y eso envuelve a la hinchada del equipo blanquineg­ro, levantada contra Vinicius a raíz de la versión que este ofreció de los insultos racistas que recibió en Mestalla el pasado mes de mayo. Competició­n decidió entonces la clausura por cinco partidos de la grada Mario Kempes, donde se originaron las ofensas, sanción reducida a solo tres encuentros por Apelación. Y el Juzgado número 10 de Valencia instruyó una causa contra tres aficionado­s por un posible delito de odio. El pasado mes declaró ante el juez, por videoconfe­rencia, el propio Vinicius para ratificar que los gritos fueron proferidos por todo el estadio. Este mes el juez tiene previsto citar también a Militao, que sufrió el mismo trato que su compatriot­a.

Aquel hecho, por grave y por reciente, ha irrumpido en un partido de apariencia feliz. El Madrid llega segundo y reafirmado en la Champions, y el Valencia ya no anda en fuga de los puestos de descenso, sino que roza Europa, con una espléndida generación de futbolista­s nacidos de la necesidad: la Quinta del Pipo. Baraja tiene la plantilla más joven de la categoría (24,4 años de edad media, tres menos que el Madrid). Solo tres de sus futbolista­s superan los 30 años y de los nueve más utilizados,únicamente Gayà pasa de los 25. Diez canteranos están en el primer equipo y otros cinco, aún con ficha del Mestalla, han participad­o ya este curso.

En los últimos cuatro años, el Valencia ha vendido jugadores por valor de 170 millones y ha comprado por 36,7. En ese periodo han ido dejando el club

Onces

Repite Lunin y Modric será titular; Foulquier o Canós, duda valenciani­sta

Musah, Gonçalo Guedes, Maxi Gómez, Wass, Ferran Torres, Rodrigo, Kondogbia, Coquelin o Parejo sin que llegasen relevos. Este verano, sin ir más lejos, aterrizaro­n únicamente tres jugadores sin demasiado currículum: Pepelu, una revelación, Sergi Canós y Amallah, cedido por el Valladolid. Así que la cantera no ha sido una elección, sino la única salida posible, pero Baraja ha sacado de ella un rendimient­o excepciona­l.

El técnico vallisolet­ano parecía una apuesta incierta. Había entrenado a Elche, Rayo, Sporting, Tenerife y Zaragoza y en ninguno de esos equipos se mantuvo más de un año. El Valencia le contrató la campaña precedente desde el lado más sentimenta­l, su vinculació­n con el mejor pasado reciente del club, cuando el equipo andaba en descenso bien entrada la segunda vuelta. Los jóvenes, su apuesta valiente, le salvaron a él y al Valencia. No fue solución coyuntural sino una apuesta a largo plazo obligada. Javi Guerra o Diego López han jugado todos los partidos de esta temporada. Fran Pérez, hijo de Rufete, al que Baraja apenas dio oportunida­des el curso pasado, también. Los tres están en la lista de Santi Denia para los dos próximos partidos de la Sub-21. Christian Mosquera, de ascendenci­a colombiana pero nacido en España e internacio­nal en todas las seleccione­s inferiores de la RFEF, es titular indiscutib­le desde la quinta jornada con solo 19 años.

Esa generación, con los goles Hugo Duro, la capitanía de Gayà, el buen orden de Pepelu y las manos santas de Mamardashv­ili, que un día vino para el Mestalla y estuvo cerca del Madrid el pasado verano, mantiene octavo al Valencia, el equipo al que menos disparan de toda la Liga y el cuarto que menos tira. Esa falta de actividad en las dos áreas le ha ido bien.

Baraja repetirá el once de los últimos tres partidos con una sola variación, obligada por la baja por lesión de Amallah, en la banda derecha. Sus dos opciones son calcar el esquema con Sergi Canós o doblar la vigilancia de Vinicius con Foulquier más Correia. A la lista vuelven Cenk y Jesús Vázquez.

El Madrid, por su parte, ha ido colecciona­ndo bajas hasta llegar a siete, incluyendo al suspendido Rüdiger. A las lesiones de larga duración de Courtois y Militao suma las de Ceballos, Tchouameni, Kepa y Güler. Las dos últimas llegaron esta semana. A ambos les espera un mes de baja y eso reabre la puerta del equipo a Lunin. El ucraniano ya disputó doce partidos el curso pasado, a causa de dos lesiones de Courtois, y este será su cuarto choque en esta. Viene de detener un penalti y hacer una parada milagrosa ante el Braga. También estuvo brillante en Almería. No le da para ser titular, pero la confianza en él es creciente.

Sin embargo, la gran noticia blanca es el regreso de Bellingham, con el que Ancelotti no quiso arriesgar en la Champions por su luxación de hombro. “No siente dolor y está bien”, fue el mensaje tranquiliz­ador del técnico. Bellingham es el mejor activo en ataque del Madrid. La ausencia de un nueve galáctico le ha obligado a cambiar su juego con enorme éxito. En sus tres años en el Borussia Dortmund, su balance de goles y asistencia­s estuvo parejo (24 y 24). En el Madrid anota mucho más que pasa: 13 tantos y solo tres pases de gol. Los tres pinchazos del equipo coinciden con partidos en los que no marcó. Su edad encajaría en la Quinta del Pipo, pero él llegó antes al gran fútbol.

Para el choque se espera la vuelta de Carvajal, Alaba y Modric, que le quitará el sitio a Kroos en esa rotación periódica de veteranos. Brahim regresará al banquillo, pero tras su partido ante el Braga ya es casi primer recambio.

 ?? ?? Bellingham encabeza uno de los ejercicios del Real Madrid en la sesión de entrenamie­nto de ayer en Valdebebas.
Bellingham encabeza uno de los ejercicios del Real Madrid en la sesión de entrenamie­nto de ayer en Valdebebas.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain