La marcha guía a España en atletismo
María Pérez y Álvaro Martín han dado lustre a la especialidad en los Mundiales de Budapest con cuatro oros entre ambos ● Colocaron a nuestro país en el tercer puesto del medallero en Hungría
El 24 de agosto, en la Plaza de los Héroes de Budapest completaron un hito histórico. Dos medallas de oro para España en unos Mundiales en apenas unos minutos que se sumaban a otros dos conseguidos unos pocos días antes. Un botín de cuatro oros entre dos atletas, una gesta nunca conseguida por atletas de nuestro país. El 18 de diciembre, en el Teatro Real de Madrid, María Pérez García (Orce, Granada, 27 años) y Álvaro Martín Uriol (Llerena, Badajoz, 29 años) recogían con todo merecimiento sendos Premios AS del Deporte 2023 de manos de Pilar Alegría, ministra de Educación y Deportes.
“Muchas gracias AS por este premio. Estoy orgullosa de conseguir reconocimientos, pero para mí no son nuestros; son de todo nuestro equipo de trabajo. Los entrenadores tienen todo el mérito y no se les da casi visibilidad. Ellos planifican y se rompen la cabeza todos los días para que lleguemos en el mejor estado de forma. La marcha es una familia y por ejemplo en Budapest conseguí el mismo éxito que un compañero y amigo. Y el mismo que hoy recoge aquí otro premio. Eso lo hace todavía más especial”, aseguraba la andaluza. “Comparto lo que dice María. El deporte parece individual y el que recoge el premio se pone la medalla, pero hay mucha más gente detrás. Todos los éxitos son colectivos y los galardones y medallas deberían ser compartidos con ellos”, decía el extremeño.
Pérez y Martín comparten muchas cosas además de su especialidad deportiva. Ambos son muy trabajadores, cabezotas y agradecidos. Siempre tienen a sus técnicos, fisios, recuperadores o psicólogos en su cabeza a la hora de explicar sus éxitos. “Tenemos grandes atletas y grandes entrenadores, los mejores, y unos no somos
María “La marcha es una familia y Álvaro es compañero y amigo”
nada sin los otros”, explica María que acaba de recuperarse de una fractura por estrés en el sacro y comenzó a practicar marcha con 11 años bajo la dirección de Daniel Jacinto Garzón. 16 años después siguen formando un tándem perfecto y unido que funciona pese a un muy complicado 2022 con las descalificaciones en Eugene y Múnich. Modificó su forma de desplazarse y trabajó miles de horas para reinar en el mundo como ya lo había hecho en el continente en Berlín 2018... y espera hacerlo en París 2024.
“He aprendido más de las cosas malas que de las buenas. Ha sido complicado porque hubo momentos de querer tirar la toalla. Pasé momentos de soledad, he llorado mucho...”, dice la plusmarquista mundial de 35 km que vive en Pulianas, a 50 km de Guadix, y en el Estadio de la Juventud de Granada y las carreteras cercanas ha pulido ese marchar que le ha llevado a la gloria.
Por su parte, Álvaro que es graduado en Derecho y Ciencias Políticas dejó el grupo de entrenamiento con el que trabajaba en Madrid hace cuatro años para mudarse a Cieza y entrenar cada día con Miguel Ángel López (oro mundial en Pekín 2015), a las órdenes de José Antonio Carrillo. “Dos campeones del mundo, los dos últimos masculinos de España y he tenido yo el honor de ser su entrenador”, explicaba el veterano sabio de esta disciplina, también presente en la Gala de AS, a este medio en Budapest antes de romper a llorar.
“La marcha te tiene que gustar... o estar loco”, dice Martín para poner en valor el esfuerzo de esta especialidad que, como bien dice Pérez, “se merece un respeto. Es la disciplina que más le ha dado al atletismo español”. “La marcha sigue adelante y que hay que apostar por ella”, coinciden ambos. Los aficionados deben soñar con más gestas de estos dos fenómenos porque, como asegura María: “Todos los sueños son posibles... aunque no siempre se cumplen de la manera soñada, a veces la realidad incluso los supera”. “Para ser llamado leyenda hay que ganar medallas olímpicas”, anticipa Álvaro. El próximo agosto, España tiene opciones de añadir dos más a la pléyade histórica que ya tienen ese reconocimiento.
Álvaro “El éxito es individual, pero hay mucha más gente por detrás”