La Locomotora de Leipzig que ‘pasa’ de los Toros Rojos
El Lokomotive, primer campeón nacional de Alemania, juega hoy en cuarta en oposición al proyecto de Red Bull
Hay otro fútbol en Leipzig que una vez fue grande y hoy apenas se recuerda. El RB Leipzig se lleva los focos, pero a algo menos de seis kilómetros del centro de la ciudad se encuentra el estadio Bruno-Plache, con capacidad para menos de 11.000 aficionados y que acoge los partidos del Lokomotive Leipzig, fundado en 1893 y un histórico de la RDA (República Democrática Alemana) que hoy transita por la Regionalliga Nordost, en la cuarta división germana. Matthias Löffler, directivo, explica para AS el presente del que sería, en 1903, el primer campeón nacional de Alemania, además de participante en el nacimiento de la Federación Alemana (DFB), que tuvo lugar en Leipzig.
La historia del club, con sus distintas denominaciones (las fusiones han sido infinitas), ha estado llena de dificultades. La primera, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los clubes fueron disueltos por los aliados, “aunque en la práctica sólo se llevó a cabo en la zona ocupada por los soviéticos”. En 1946 renació y se integró en la Oberliga y en 1966 las locomotoras se convirtieron en el principal sponsor, así que pasó a llamarse Lokomotive.
Un mural de una y una de verdad adornan hoy el Bruno-Plache. Se respira la humildad: la tienda del club es un pequeño puesto de feria. En su esplendor, acogía a 40.000 personas. Hoy las gradas ceden terreno a la vegetación del campo.
Nunca pudo ganar el título de la RDA, aunque sí varias copas, y su pasó por Europa fue notable: venció al Benfica de Eusebio, al Barça en el Camp Nou y fue finalista de la Recopa ante el Ajax entrenado por Cruyff. La reunificación alemana le hizo perder categorías y en 2004 fue a la quiebra, aunque ese mismo año fue relanzado por socios.
La coexistencia con el RB Leipzig no es sencilla: “Compañías comprando clubes, naciones lavándose la cara con el deporte... Es sólo otro ejemplo. Cuando pienso en fútbol, pienso en algo totalmente diferente a lo que piensa el fan promedio del RB Leipzig”, dice Löffler. Marco Rose, actual técnico de los Toros Rojos, jugó en el Lokomotive y también lo entrenó, pero no hay rencor: “Es un niño del Lok. Tiene que ganar dinero en el fútbol moderno”. Y para el partido de esta noche hay distancia y de ello sacan provecho los blancos: “Mi equipo es el Lok. Pero no me importaría si el Real Madrid vence…”.
Dificultad
Fue disuelto en 1945 y en 2004 cayó en la quiebra, pero renació
Rivalidad
“Mi equipo es el ‘Lok’. Pero no me importaría si gana el Madrid...”