Tchouameni más que un parche
El francés completa otra sólida actuación como central: el Madrid no ha perdido con él como zaguero
Quedaban escasos minutos para el final del partido cuando Tchouameni (24 años) se descolgaba por la zona derecha del ataque del Madrid, cerca de las inmediaciones de la portería del RB Leipzig. El derroche físico del francés quedaba otra vez demostrado. El de Rouen se mostró una vez más sólido, concentrado y fiable en un encuentro complicado, pero en el que tuvo un papel protagonista como zaguero derecho. Ante el equipo alemán, Aurélien volvió a ser defensa. Un puesto que no le gusta, pero en el que está demostrando tener unas cualidades que le pueden convertir en un nuevo Desailly, el futbolista también francés que comenzó como pivote y acabó siendo un rocoso central. “Creo que tuve un buen desempeño, con circunstancias atenuantes, debido a que soy centrocampista de formación”, explicaba en una televisión francesa.
A la fuerza, ahorcan, dice el sabio refranero español. Y Tchouameni lo está viviendo en sus propias carnes. Ante la avalancha de lesiones en la zaga madridista, Ancelotti se ha inventado una nueva posición para este contundente físico (1,87 metros y 82 kilos). Y el resultado no ha podido ser mejor: con Tchouameni en el eje, el Madrid suma cinco triunfos (en realidad ha jugado en ese puesto cuatro partidos y medio) y no ha encajado ni un gol. Garantía de defensa total. Se estrenó ante Osasuna como pareja de Rüdiger. El Madrid ganó (4-0) y con un solo tiro permitido. Además, sólo cometió una falta: le costó una tarjeta amarilla.
Ya en 2024 repitió ante Mallorca (1-0), Getafe (0-2, jugó la segunda parte) y Girona (4-0), en su mejor actuación como central. En total, 12 goles a favor y ninguno en contra.
Poco a poco se va haciendo a un puesto… que aprendió con un juego de gafas virtuales. Tchouameni estuvo una semana ejercitándose de ese modo antes del encuentro ante Osasuna: simulaba ser defensa y estudió movimientos de otros defensas. Hijo de una orientadora estudiantil y de un padre que trabaja en un laboratorio farmacéutico, Aurélien ha demostrado ser algo más que un parche.
Fortaleza
Con él como central el equipo ni siquiera ha encajado un gol