El baile de los soñadores
El Betis recibe al Dinamo de Zagreb con un equipo bajo mínimos y el deseo de alargar su aventura europea
La Conference League abre las puertas al Betis para sugerirle una invitación a seguir caminando por Europa. No era quizás el plan trazado por Manuel Pellegrini a inicios de temporada, pero esta inesperada curva conduce a una oportunidad de oro para el equipo verdiblanco. Es la resaca del sueño roto de la Europa League. Pero nadie pretende bajarse de un tren con regalos que pueden saber a gloria. Es una prueba de ambición deportiva para un Betis que tiene como objetivo seguir viviendo noches como la de hoy. Es también un desafío económico que podría dar aire al proyecto si el cierre de esta aventura llega a Atenas. Y es ilusión. La de un Villamarín ansioso por momentos épicos a nivel continental.
El cuadro bético llega a la cita con más frenos que argumentos. Pellegrini dispone de doce jugadores de campo además del puñado de canteranos que se incluye en su convocatoria. Es fruto de la gestión de una lista UEFA condicionante y del amplio abanico de lesiones que golpean al equipo. Sin su bandera, Isco, y sin los últimos en aterrizar. Ni Chimy Ávila ni Fornals están inscritos, mientras Bakambu tardó más de lo debido en regresar de la Copa de África. Pero siempre hay una receta en el cuaderno del técnico chileno. La hubo desde que llegó. En ella luce una versión esperanzadora de Nabil Fekir. De su fútbol parten muchas de las opciones de este Betis de alargar su periplo europeo. La valentía de Abde y la resiliencia de Willian José quieren hacer lo demás.
Temor. El Dinamo de Zagreb se agarra a su poderío físico y a la magia de Martin Baturina, un joven de 20 años que escucha de fondo las temibles comparaciones con Luka Modric. Su mejor aliado es Bruno Petkovic, el nueve físico de la selección croata que suma 12 goles en lo que va de campaña. El Dinamo llega sin hinchas, pero con más fútbol del que ha reflejado hasta el momento. El Villamarín, mientras, espera en vilo otro impulso de su equipo. Quizás sea más necesario que nunca en pleno ascenso hacia ese fútbol añorado que nunca quiso irse.
Líder Fekir debe tomar los mandos de un conjunto con diez ausencias