Reyes con “muchas posibilidades”
La vela, el deporte que más aporta al medallero español, llega a los ‘Encuentros Olímpicos’ de AS ● Nueve de diez clases ya están clasificadas
Hablar de Juegos Olímpicos en España es hablar de vela. Ningún deporte aporta tanto al medallero olímpico nacional (21 metales, con 13 oros, por delante de los 20 del piragüismo). Por ello, en su sexta entrega, los ‘Encuentros Olímpicos’ de AS, una serie que se extenderá hasta París 2024 (del 26 de julio al 11 de agosto) y que contará con muchos de los representantes españoles en la cita francesa, se pusieron “serios y firmes” para recibir a “Su Majestad la vela”, tal y como expuso el director del AS, Vicente Jiménez, para dar inicio a la conversación. “Es el deporte que más gloria olímpica ha traído a España. Siempre ha cumplido y este año va a cumplir todavía más”, siguió para pasarle el testigo a Marc Bernad, especialista en la materia y conductor de la charla. “Siguiendo con la broma, la vela tendría que ser el deporte rey de este país”, reivindicó el periodista antes de presentar a los invitados.
A la izquierda de Marc, por este orden, se situaban Pilar Lamadrid, Nacho Baltasar, Gisela Pulido y el director técnico de la Real Federación Española de Vela (RFEV), Xisco Gil, optimista a cuatro meses de los Juegos. “Lo más importante es llegar y hacerlo en condiciones de ganar. Iremos con muchas posibilidades (de medallas) en cinco clases y en tres con bastantes. El trabajo está hecho. El nivel es muy alto, somos buenos en todo (refiriéndose a las posibles condiciones de viento, muy cambiantes) y eso nos da opciones de estar luchando”, resumió Gil, cuyos pupilos navegarán en Marsella, alejados del resto de la delegación, con representación asegurada en nueve de las diez clases olímpicas. En la restante, la Formula Kite masculina, aún hay opciones de clasificación (del 21 al 27 de abril, en la Semana de Hyères, habrá cinco plazas en juego).
Baltasar (iQFOiL) y Pulido (Formula Kite) ya lo tienen todo atado. Lamadrid (iQFOiL), en cambio, deberá remar hasta el final. La andaluza, nacida en Sevilla hace 27 años, logró la plaza para España. El billete, no nominal, sin embargo, aún no está asignado. Será para ella, quinta en los recientes Mundiales de Lanzarote, o para Nicole van der Velden, que terminó 19ª. “Desde el momento en el que conseguí la plaza, decidí cambiar el chip y no pensar en ello. Mi objetivo es ser la mejor regatista que puedo ser. Ir o no ir a los Juegos, va a ser una consecuencia de todo ello”, dijo Lamadrid, segura de sí misma. “El sistema se basa totalmente en criterios técnicos. No sólo se miran los resultados absolutos, sino que también toda la evolución del regatista a nivel deportivo, físico, etc. Se busca al deportista para conseguir medalla”, explicó el director técnico de la RFEV. La incertidumbre llegará a su fin tras el Trofeo Princesa Sofía (del 29 de marzo al 6 de abril en la bahía de Palma), la segunda regata de observación (la otra eran los Mundiales).
Medallas “En cinco clases, hay muchas opciones; en tres, bastantes”
Cambios. Los Juegos de París serán los primeros tanto para Lamadrid (en caso de certificar su asignación) como para Nacho Baltasar y Gisela Pulido. Además, también será el debut olímpico de sus clases, ejemplo paradigmático de la nueva dirección que quiere tomar el COI en materia de vela: potenciar cada vez más las disciplinas con barcos pequeños, ligeros y dinámicos. Es decir, el espectáculo. “Estos años, hemos pasado de la vela tradicional a la vela que vuela”, resumió Xisco sobre dos modalidades, el iQFOiL y la Formula Kite, en las que la tabla, gracias a hidroalas (hydrofoils en inglés), planea por encima del agua alcanzando las mayores velocidades posibles. El iQFOiL, que supera los 25 km/h nada más empezar las carreras, sustituye a las cases RS:X, que arrancaban a 5 km/h; la Formula Kite, por su parte, es la modalidad más rápida de los Juegos.
Sexta entrega de los ‘Encuentros Olímpicos’ en AS, esta vez dedicado a la vela España tiene nueve embarcaciones clasificadas para los Juegos de París 2024
“Podemos llegar casi a los 70 km/h”, aseguró una Gisela que, este ciclo, ha navegado entre cambios. Con diez años, ya se proclamó campeona del mundo de kitesurf en la modalidad freestyle, algo que le valió incluso un Récord Guinness. Tras ello, y siendo ya una figura muy reconocida tanto a nivel nacional como internacional, consiguió nueve Mundiales más en una disciplina que no es olímpica. Con la inclusión de la Formula Kite en el programa, no se lo pensó dos veces: empezó su metamorfosis. En los Europeos de Portsmouth (esta semana disputa los de Murcia), con un quinto puesto, en septiembre, selló su clasificación olímpica, pero el camino no fue sencillo. “Es como decirle a Marc Márquez que haga botes y piruetas. Yo, tras hacer eso toda mi vida, ahora tengo que cruzar una meta para ganar”, comparó Pulido para explicar la dificultad de su proceso.
Pese a ello, y con los resultados como argumento, no renuncia a nada en Marsella. “Estar en los Juegos ya es un sueño”, anticipó antes de mostrar su ambición. “Soy bastante competitiva (risas). A eso, creo que no me gana nadie. Estoy tomándome los Juegos como una competición más. A mí lo que me gusta es competir, soy adicta a la adrenalina. Intento quitarle hierro a los Juegos y disfrutar de la experiencia. Los Juegos no tienen nada que ver con otra competición, todo el mundo va a estar muy nervioso y creo que, si llego más relajada, podemos tener buenas expectativas. Me falta un poquito de peso, pero yo voy a ir a por las medallas”, aseguró una Gisela que está trabajando psicológicamente el hecho de no poder llevarse a su perro, Fly, “su otra pasión”, a Francia.
Peso y viento. El “poquito de peso” que le falta a Gisela es un dolor de cabeza compartido. Tanto en Formula Kite como en iQFOiL, los kilos significan velocidad. “Ellos, mientras entrenan, tienen que estar comiendo para no perder peso. Es un gran esfuerzo y tiene mucho mérito. Hay que comer más de lo que pide el cuerpo para no perder absolutamente nada”, explicó el director técnico de la RFEV. “He ganado 23 kilos desde que empecé en iQ y tengo que ganar tres más. Entreno en el gimnasio, pero también entreno el estómago. Con adrenalina, tu cuerpo no acepta la comida”, reveló Baltasar, el benjamín de España. A sus 19 años, eso sí, como Pulido, no se pone límites. Con 16, fue campeón del mundo sub21 de la clase RS:X; ahora, ya se ve preparado para competir de tú a tú contra los mayores. “Nunca voy a saber si este es mi mejor momento físico o mental (pensando en Los Ángeles 2028). Mi objetivo está en París. No tengo miedo por ser un niño entre gallos que llevan diez años luchando por las medallas”, aseguró.
En materia de peso, tanto Nacho como Gisela tienen “sus trucos”. “A mí me va muy bien despistarme cuando como. Ponerme unos auriculares y no pensar en ello. En agua, lo que gestionamos mejor son carbohidratos de azúcares, que no son bollos, pero son bombas igualmente”, desveló un Baltasar que hasta ha visto ollas en las lanchas de entrenamiento. “Me pongo alarmas para comer. Es el trabajo invisible que no se ve”, añadió Pulido, que tiene una dieta de 4.000 calorías y la sigue “como un robot”. “Nunca llegamos a comer lo que consumimos. No hay techo para comer en nuestro mundo”, completó entre risas.
Los dos, junto a Lamadrid y al resto de componentes del equipo español, en Marsella, se enfrentarán a condiciones de competición muy imprevisibles. “Una de nuestras características es que somos buenos en casi todos los vientos. Hay equipos más especializados y nosotros nos adaptamos a lo que sea. En Marsella, hay condiciones muy cambiantes. Es mediterránea 100% y tiene unas montañas a un lado y una isla en el contrario. Eso hace que todo sea muy cerrado y se genere un microclima con muchos cambios. Creo que nos beneficia”, ilusionó Xisco Gil. Sobre esas aguas, los reyes olímpicos navegarán en busca de más medallas.
Velocidad “Hemos ido de la vela tradicional a la vela que vuela”
Marsella “Serán condiciones cambiantes y nos va bien”