Grimau salva un amago de tormenta en el Palau
El Barça, con el efecto Ricky, aún piensa en grande
Roger Grimau es de esos entrenadores convencidos de que estresar con voces a los jugadores no es el camino. En Badalona, sin embargo, estaba caliente en el segundo cuarto. “Si no podéis defender el uno contra uno, ¡usad faltas!”, les gritó después de pedir un tiempo muerto sin advertir, tal vez, que el equipo ya había hecho en un periquete cuatro faltas al inicio del cuarto. Ricky lo miraba de fondo. El Barça espabiló, arrasó al Joventut con un gran Brizuela y, para quien quiera ver el vaso lleno como el optimista Grimau, también hay motivos para pensar que la temporada puede enderezarse. En Europa, está más que a tiempo de proteger el factor cancha. Si gana a Bayern, Maccabi y Asvel, terminará matemáticamente entre los cuatro primeros. En la ACB, con Unicaja y Madrid lejísimos, no le queda más remedio que atar la tercera plaza en las ocho jornadas que quedan. Para eso, tendrá que superar a dos rivales directos (UCAM y Granca visitan el Palau) y superar el obstáculo, inaccesible este año para los azulgrana, del Madrid. Los números le señalan como supuesto aspirante: es segundo en valoración y en puntos a favor, tercero en asistencias, primero en porcentaje de triples (41,48%)... Se estrella en los tiros libres: con un 71,2%, es el segundo peor equipo en porcentaje de la Liga Endesa.
A esa foto fría, que apenas son números, el Barça añade la ilusión de Ricky. Cada vez que tiene un rato inspirado, ilusiona a cualquiera. Por lo que juega y hace jugar, el base de El Masnou le puede dar el empujón definitivo a un equipo que está demostrando grietas defensivas y falta de dureza mental en grandes días. Grimau, sin embargo, está convencido de que, más allá de Ricky, hay jugadores que no han alcanzado aún su mejor versión y que, superadas las semanas locas de doble jornada en Euroliga, el equipo focalizará mejor el objetivo y estabilizará su nivel. Su entrenador, sobre el que Navarro ha mantenido la confianza pese a algún titubeo, es un tipo natural, nada fatalista. Se trata de ganar con las voces justas. Es el lado bueno de Grimau.