Una caída a plomo
El Estu ha entrado en crisis ● De líder de la LEB a quinto tras perder cinco de sus últimos seis partidos
De liderar de manera absolutista la LEB Oro a una caída a plomo que ha dejado noqueada a la institución. El Movistar Estudiantes ha dilapidado en apenas 37 días virtualmente todas sus opciones de ascender de manera directa a la Liga Endesa con un enorme bajón de juego y resultados. Los colegiales han pasado del 1º puesto con un balance de 17-3 el 11 de febrero al 5º el pasado domingo con 18-8 después de una solo victoria de seis posibles.
Un frenazo en seco que ha permitido al líder Leyma Coruña superarle ya en dos triunfos (más el average) y a los dos equipos de Burgos (Tizona y San Pablo) adelantarle: 19-7 cada uno cuando estaban 14-6. Solo el triunfo sobre el Fuenlabrada ha evitado que el pozo se hiciera aún más profundo, pero que no ha tapado unos daños estructuras que surgieron con la lesión de Johnny Dee el 4 de febrero ante el Clavijo.
La luxación en el codo del escolta dejó tiritando el potencial exterior del Estu, el principio fundacional del proyecto, muy perjudicado ya con la lesión el 20 de diciembre de Francis Alonso. El Estudiantes había marcado el paso en la categoría a base de aplastar desde la línea exterior. Su peligro perimetral era enorme: hasta la lesión de Dee, promediaba un 42% de acierto. El norteamericano estaba en un 46,3% (Alonso, en un 52,4%). Solo en 5 de 19 partidos, los ramireños se habían quedado por debajo de las 10 dianas y solo en uno perdieron (Oviedo).
Sin el escolta, las tornas han cambiado. Son ya siete duelos sin él y solo en dos, el Estu ha llegado o superado los 10 aciertos (Fuenla, 12; Ourense, 10). Nueve contra el Alicante, ocho frente al Menorca, siete ante el Lleida y el Coruña, y cuatro contra el Burgos. Solo frente a los baleares y madrileños ganó. Los otros cinco encuentros, derrotas. El porcentaje desde el triple en ese lapso ha descendido un 9,4% hasta un 32,6%, maquillado por el 52,2% (12/23) ante el Fuenla.
Las derrotas, además, han sido abultadas, por 18,2 puntos de diferencia con una defensa que hace aguas: ha pasado de recibir 72,9 tantos de media en 20 jornadas a 89 en las seis siguientes. Hasta la racha negativa, solo el Valladolid le había anotado 90 puntos o mas con 92… y tras una prórroga. En este tramo, han roto esa barrera Coruña (114) y Lleida (93). También el Ourense (92) en una última jornada en la que ya no jugó Michael Carrera, que dejó el club de mutuo acuerdo el pasado martes 19 tras un duro enfrentamiento con Rivero en un tiempo muerto en Alicante.
No era su primer acto de alto voltaje. El 20 de diciembre, tras caer contra el Coruña, el venezolano tuvo un fuerte encontronazo con los árbitros. Fue castigado con siete encuentros (reducido a cinco). Una personalidad volcánica que no caló dentro de un vestuario que no ha encontrado en Branden Frazier, el último fichaje, un referente para salir del agujero y que parece haber perdido la confianza del técnico (solo 3:44 en Ourense). Problemas para uno de los proyectos titánicos de la LEB que aún tiene opciones de darle la vuelta al calcetín.