Apagón en Miami
Alcaraz encaja una derrota en cuartos con Dimitrov y mira hacia la tierra
Grigor Dimitrov encontró en la noche del jueves al viernes la manera de quitarle la sonrisa a Carlos Alcaraz en el Miami Open. El búlgaro dio con la kryptonita para apagar los superpoderes del español, que había repetido estos últimos días que se sentía “muy bien profesional y personalmente”. No disfrutó en esta ocasión como venía haciéndolo y estuvo muy negativo y malhumorado durante todo el partido. Por eso, el búlgaro, que reverdece a sus 32 años viejos laureles, le ganó por segunda vez consecutiva, en esta ocasión con más facilidad que el año pasado en Shanghái (57, 6-2 y 6-4), por 6-2 y 6-4 en 92 minutos. La pasada noche, jugaba en semifinales contra Alexander Zverev. De alcanzar la final, volvería al Top-10 seis años después.
No fue el día de Alcaraz en una jornada muy ventosa, por cierto. Con el saque no estuvo fino (58% de acierto con primeros y 56% de puntos ganados con ellos). Y el planteamiento táctico que le funcionó en octavos contra Lorenzo Musetti, otro tenista con revés a una mano, no le sirvió ante un Dimitrov que atesora mucha más calidad en ese golpe y también en el de derechas. Baby Federer, le llamaron en su momento. “No le dejes dominar, domina tú”, le decía su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Pero no pudo casi nunca.
“Tengo mucha frustración ahora, porque él me hizo sentir como si tuviera 13 años. Fue una locura. Estuve hablando con mi equipo diciendo que no sabía qué tenía que hacer. No veía su debilidad. Nada. Por eso tengo frustración en este momento, pero, pensando en el tenis, salí de la cancha contento con mi nivel”, reflexionó luego el murciano. Alcaraz, que parecía embalado hacia el sunshine double (ganar en Indian Wells y en Miami en el mismo curso), empezará a preparar la campaña de tierra cuando digiera esta derrota, la cuarta del año (15-4). En principio, le espera Montecarlo (7 al 14 de abril), con el buen sabor de boca que debería tener por marcharse de Estados Unidos como bicampeón del BNP Paribas Open, que no es poco. Aunque con 160 puntos menos en el ranking, porque en Florida defendía las semifinales de 2023.