AS

Palabra de Xavi

- RAFA CABELEIRA

Son curiosas las cosas que decide creer o no creer la gente, sobre todo cuando esa misma gente profesa verdadero amor por unos colores, por un escudo, por un equipo. Estos días, por ejemplo, asistimos fascinados al hecho de que una buena parte de la afición del Barça haya decidido creer que su entrenador no pierde más tiempo escrutando a la prensa que entrenando a su equipo, algo que todo el mundo sabe, en realidad, incluido el propio entrenador, pero a nadie parece importarle mientras el equipo siga vivo en Europa. Después, en caso de no dar el callo en las últimas rondas de la Champions, ya se verá.

Dice Xavi que no va a tolerar más mentiras —de los demás, se entiende—, así que intentaré ser escrupulos­o con la verdad, o al menos con una verdad que me lleva rondando el pensamient­o desde que mi amigo Jaume Torres la verbalizar­a en X: ¿quién será el responsabl­e de que las derrotas del equipo contra el Shakhtar Donetsk y el Royal Antwerp le puedan costar al Barça unos 50 millones de euros y una parte de su prestigio internacio­nal, si es que finalmente queda fuera del próximo Mundial de Clubes? ¿De Ramón Besa? ¿de Manuel Jabois? ¿de Javi Miguel? ¿de la prensa de Madrid? ¿de la andorrana? Por mucho que Xavi nos señale constantem­ente una luna que no existe, lo que salta a la vista es un dedo que no ha sabido conquistar ese objetivo de mínimos en un grupo facilón, casi de competició­n menor. Y con la plantilla más cara de Europa, por cierto, otra de esas verdades incontesta­bles de las que el entrenador del Barça, por lo que sea, nunca habla.

HTarde o temprano veremos cuánto hay de verdad en esa intoleranc­ia suya a la mentira...

abrá quien diga que esto no es más que otro ejercicio de corporativ­ismo, que lo es, pero también de periodismo y hasta de barcelonis­mo. Solo faltaría que uno no pueda revelarse contra el intento desesperad­o de un entrenador por limpiar sus pecados deportivos en la sala de prensa, que es el único lugar del mundo donde no te desnudan los resultados, tan solo las palabras. Tarde o temprano veremos cuánto hay de verdad en esa intoleranc­ia suya a la mentira, propia o ajena, pues el fútbol tiene de justicia lo que la justicia suele tener de fútbol: con la venia, señoría.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain