Xabi Alonso huele a doblete
El Leverkusen jugará la final contra el Kaiserslautern
No hubo sorpresas en la segunda semifinal de la Pokal en Alemania. El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso hizo sus deberes ante el Düsseldorf y le endosó un 4-0 al equipo de Segunda división para meterse en su primera final de un año que pinta a ser histórico. Se jugará el título ante el Kaiserslautern, otro equipo de Segunda, el 25 de mayo en Berlín. Además, en la Bundesliga le saca 13 puntos al Bayern (y en la Europa League está en cuartos). Sigue invicto. Sigue jugando como los ángeles. Y sigue oliendo a doblete nacional.
Desde el pitido inicial, el Düsseldorf fue un juguete en las manos de un Leverkusen que le dominó a su antojo y no tardó demasiado en reflejar su superioridad en el luminoso del BayArena. A los siete minutos de partido, Schick prolongó un centro de Xhaka al
segundo palo, donde esperaba Frimpong para fusilar al meta Kastenmeier y desatar la locura en la grada. Los de Xabi hicieron circular el cuero con precisión y velocidad, provocando que el Düsseldorf perdiera el orden y ofreciera espacios por los que atacar y hacer daño, tal y como ocurrió en el segundo de la tarde. Un gran pase desde su propio área fue suficiente para romper la presión alta de su rival y lanzar una contra que pasó por Tapsoba y Wirtz y terminó con un zurdazo de Adli que estalló en el fondo de la red. Wirtz, tras un grave error de Kastenmeier en la salida de balón, sentenció el duelo antes de pasar por vestuarios. Letal.
Más de lo mismo en una segunda mitad en la que la afición solo se dedicó a celebrar el pase a la final. El Düsseldorf siguió corriendo detrás de un Leverkusen que no levantó el pie del acelerador, fue a por más y lo consiguió en una pena máxima debido a una mano de Zimmermann en el área que Wirtz materializó justo antes de que Boniface regresara tras cuatro meses de lesión. Pudieron ser más. Pero la noche no dejó de ser redonda. Otra más. Y las que quedan.