“Mastantuono posee semejanzas con Di María” Desio
Hermes Aldo Desio (Rosario, Argentina, 1970), que jugó nueve años en LaLiga para Celta, Salamanca y Alavés, es un experto del fútbol formativo. Ahora está al timón de la formación de talentos en River Plate, donde destaca la joya Franco Mastantuono que, a sus 16 años, ya es un habitual en las convocatorias de Martín Demichelis con el primer equipo y deseado por varios grandes de Europa, entre ellos el Madrid.
—¿Cómo es la experiencia de dirigir una mina inagotable como River?
—Divertido y a veces estresante. A River lo llaman aquí ‘La Casa Blanca’ comparándolo con el Real Madrid. Es un monstruo que no sólo vive del fútbol sino de otras disciplinas deportivas. Su grandeza obliga a estar siempre alerta porque surgen obligaciones y tareas continuamente. —River es una fábrica de figuras. Últimamente han surgido Palacios, Enzo Fernández, Julián Álvarez, Echeverri y ahora Mastantuono. ¿Hay alguna clave especial para explicar ese éxito? —Formar parte de River implica exigencia máxima y compromiso desde el primer momento. Es algo parecido a lo que ocurre en el Real Madrid. No hay nada extraordinario a destacar en la gestión de su cantera, sino un compendio de cosas que llevan a un buen resultado final.
—El penúltimo gran talento ha sido Claudio Echeverri, de 18 años, que acabará en el Manchester City. ¿Está listo para dar el salto?
—Hay jugadores que maduran antes que otros y Claudio lo hizo pronto. Jugar en River exige tener una cabeza especialmente preparada para aguantar la presión. Desde hace muchos años el Monumental se llena con 85.000 personas en todos los partidos y hay que ser muy fuerte mentalmente para soportar esa responsabilidad. River aporta las herramientas necesarias para que el jugador termine de desarrollarse. Echeverri es un claro ejemplo de ello. —Es usted un gran defensor de la creatividad, el regate y la libertad en la toma de decisiones. ¿Se está perdiendo esta iniciativa en el fútbol actual? —Un formador no puede sentirse por encima de los chicos. Hay que darles libertad, pero enseñarles a pensar. Yo los desafío para buscarle las vueltas al rival, leer y entender el juego, confiar en sus cualidades y en su instinto. Soy partidario de potenciar sus mejores cualidades, no tanto de corregir casi obsesivamente algunos defectos que puedan tener. —La última joya es Mastantuono, de 16 años. ¿Cómo es? —De él destaco, sobre todo, su atrevimiento y valentía. Con esa edad ya está en el primer equipo y si hay una falta pide patearla aunque esté rodeado de grandes figuras y jugadores veteranos. Es muy valiente en su juego y siempre intenta algo hacia delante. Es muy ambicioso de cara a la portería rival y tiene multitud de recursos técnicos. Remata desde fuera del área, tiene buen golpeo, se atreve en todo momento con el regate y además colabora defensivamente. Todo eso es lo que vio Demichelis para subirlo al primer equipo. Aparte, tiene una cabeza privilegiada. Por eso está donde está actualmente. Se lo ha ganado. —¿Con qué futbolista actual lo compararía?
—¡Uff! Eso es algo realmente difícil. Aún tiene muchísimo recorrido por delante y bastante por mejorar. Podría ser algo parecido a Ángel Di María, un zurdo habilidoso y elegante. Además, también le gusta entrar en diagonal desde la banda derecha para buscar su mejor perfil con la pierna izquierda. —Con la cautela que requiere la edad, ¿tiene pinta de crack? —Por lo visto hasta ahora sí, sin duda. Jugar en el primer equipo de River con 16 años supone que tiene algo diferencial. Aunque tenga partidos no muy buenos en cuanto a su continuidad en el juego, sabemos que tiene pinceladas y destellos que pueden marcar diferencias. —Lamine Yamal, que es un mes mayor que Mastantuono, está rompiendo moldes…
—Lo sigo y me parece un acierto tremendo de todos los entrenadores que han trabajado con él, desde el que lo captó hasta el último en darle la oportunidad de jugar siendo tan joven.
Tanto él como el central Cubarsí, que me parece buenísimo, son ejemplos de maduración temprana. Tienen un potencial brutal. Mastantuono tiene cualidades similares a Yamal, como la gambeta y la creatividad, pero Cubarsí me parece un proyecto formidable de futbolista.
—Hay ya interés del Madrid y otros grandes por él y tiene una cláusula de 45 millones. ¿Tiene los pies en el suelo?
—Sí. Es un chico con muy buena cabeza. A pesar de su juventud tiene las cosas claras y no es fácil que se descentre. Además, los chicos de River están acostumbrados a los rumores y las especulaciones. Eso es constante y también nos sirven para prepararlos y que se conciencien de que no todo es cierto, que hay cosas que pueden darse y otras que no se darán. —Aunque usted no tiene una bola de cristal, ¿cree que triunfará en el fútbol de élite?
—La respuesta a esa pregunta hoy es sí, porque lo tiene todo para lograrlo. Reúne un cúmulo de pequeños detalles que lo hacen diferente a otros muchos como jugador. Calidad y atrevimiento tiene de sobra. Ojalá lo ayude el factor suerte en el sentido de las lesiones, de caer en el equipo adecuado que la permita crecer, que su entorno no le haga cometer errores... —Siendo tan joven, ¿sería bueno que se quedase un tiempo en River y en su entorno actual para terminar de formarse? —Es obvio que aquí está a gusto y creciendo mucho, pero el jugador argentino está acostumbrado a salir pronto y a ver que otros salgan continuamente. Yo no suelo meterme en esas cuestiones. El chico tiene una familia detrás que debe guiarlo por el camino correcto. Yo no puedo incitar a un jugador a quedarse acá porque si luego deja de jugar me lo podría echar en cara. La vida son decisiones y cada uno debe tomar la suya.
Cualidades “Destaco su valentía y atrevimiento, sus destellos pueden marcar diferencias”