Madrid y City Duelo en los despachos
Cinco operaciones entre ambos clubes y varias disputas en el mercado evidencian el potencial económico de estos cuartos de Champions
En cuatro de las últimas cinco Champions hubo un Madrid-City en eliminatorias. En semifinales, las dos últimas, en las que el ganador luego fue campeón. Un clásico europeo de nuevo cuño que vuelve este martes, en la ida de cuartos. Será especial para un jugador: Brahim. El último que ha cruzado el puente entre el Etihad Campus y Valdebebas. Pero no la última colisión en los despachos. Una batalla en los mercados cuyas ascuas prendió McManaman, en la que Robinho protagonizó el primer incendio y en la que Haaland o Bellingham también fueron motivo de conflicto.
Desde el verano de 2003, cuando McManaman volvía libre a las islas tras haber enmarcado en la Octava una volea para la historia del madridismo, hubo que esperar cinco años (2008) para reencontrarse en los despachos. Robinho se fue a buscar el Balón de Oro a Mánchester, a un City que ponía los cimientos de su proyecto. El primer crack, 43 millones mediante, que ponía rumbo a los skyblue. Fue la semilla de una rivalidad mercantil con decibelios crecientes desde entonces. El chupinazo a los vuelos en dirección a Madrid lo dio Adebayor, cedido en 2011, que convenció en su rol de revulsivo y firmó seis grandes meses (ocho goles), aunque no sirvieron para sellar su continuidad.
Danilo disfrutó de dos temporadas en Chamartín. Engordó, y mucho, su vitrina: dos Champions, una Liga, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa. Suplente de Carvajal, pero estaba cómodo. No obstante, el interés de Guardiola activó los mecanismos, con el Mundial de Rusia en el horizonte. Se fue por 30 millones en 2017. Y en enero de 2019 le tocaría a Brahim. Terminaba contrato unos meses después, pero el Madrid no quiso arriesgar y pagó 15 millones (más cinco por objetivos) para asegurar el pase. Una cantidad que, tras su paso por Milán, va quedando en anécdota. Brahim se enfrentará por primera vez a sus ex el martes. Con rol creciente, nuevo icono de Marruecos y futbolista diferencial del Madrid (nueve goles y cinco asistencias).
Son las cinco operaciones finalizadas entre clubes; hubo otras que no sucedieron y algunas que aún pueden pasar. Como la de Haaland, que sigue pensando en un futuro blanco. Los puentes llevan años tendidos, pero Mbappé los ha derribado. Primero, al salir de Dortmund, cuando el fichaje del francés que al final no fue, unido a la presencia de Benzema, invitaron al noruego a irse al City. Guardiola también resultó crucial. Pero la puerta no está cerrada y, como ya informó AS, todavía se ve en la pelea por jugar en el Real Madrid.
En el Bernabéu compartiría vestuario con su amigo Bellingham, que ya dijo “no” al City y tiene una década trazada en Chamartín. Tanto Liverpool como citizens trataron de torpedear su fichaje, pero pesó el deseo del jugador. Verbalizando el himno, Real Madrid y nada más. También por Endrick hubo disputa, aunque en ese caso fue el Chelsea el que apretó con más intención para firmarle.
Y otros casos, de menor intensidad. Como el Julián Álvarez cuando despuntaba en River, con perfil de los que gustan a Juni Calafat, aunque el City ganó esa partida. O dos que ahora juegan en el Barcelona: Gündogan y Ferran Torres. Hasta cuatro veces pudo ser el Tiburón jugador del Madrid. La última, en 2020, con el Madrid pidiendo que llegase gratis un año después. Por 25 millones, prefirió irse a Mánchester. Y de ahí al Barça, como Gündogan, que antes de firmar por los skyblue estuvo cerca de convertirse en madridista. Era el santo y seña del Dortmund y el propio jugador llegó a reconocer los contactos. Finalmente se uniría al navío azul para alegría de un Guardiola que sufrió, y mucho, su marcha a la Ciudad Condal hace unos meses. Madrid y City, una rivalidad cada vez más clásica de la que habrá nuevos asaltos. En el campo y en los despachos.
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