Batalla campal entre ultras de ambos equipos
La rápida intervención de la Policía evitó males mayores
El ambiente en Sevilla antes de la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja se caldeó a primera hora de la tarde de ayer, cuando varios ultras del Athletic y del Mallorca protagonizaron una auténtica batalla campal en la Alameda de Hércules, zona próxima a la fan zone del conjunto balear. Muchos de ellos ocultaron su identidad con bufandas en la cara y con capuchas.
En un vídeo publicado por distintas cadenas de televisión se pudo ver a ambos grupos lanzándose bengalas, bombas de humo, sillas, vasos, botellas y cualquier objeto contundente que estuviera a su alcance. Varios ultras llegaron a las manos y algunos tuvieron que ser atendidos posteriormente por los servicios sanitarios, con fuertes golpes en la cabeza y brechas.
Afortunadamente, la rápida intervención de la Policía Nacional, alertada por numerosos vecinos de la zona, impidió que los incidentes fueran a más y se extendieran a otras zonas de Sevilla próximas a La Cartuja. La Policía enseguida logró disolver a los radicales de ambos equipos sin que se produjeran daños de auténtica gravedad.
Quedada. Según
el Diario de Mallorca, algunos testigos de la pelea aseguraron que varios miembros del sector Herri Norte habían retado a los ultras del Real Mallorca y del Frente Atlético a través de las redes sociales para pegarse, una afirmación que no pudo constatarse posteriormente.
Una vez que las furgonetas de los antidisturbios se personaron en la Alameda de Hércules y rastrearon toda la zona, la tranquilidad que había inundado toda la jornada deportivo–festiva volvió a reinar. De hecho, durante toda la mañana los miles y miles de aficionados del Athletic y del Real Mallorca que se desplazaron a Sevilla para presenciar la final de la Copa del Rey convivieron en perfecta armonía, incluso compartiendo mesa y mantel en muchos bares y restaurantes.
El Ayuntamiento de Sevilla, desde el viernes pasado, puso en marcha un dispositivo especial de seguridad, movilidad y limpieza para las horas anteriores y posteriores al encuentro. Por lo que respecta a la seguridad, dicho dispositivo estuvo compuesto por más de 1.500 policías nacionales, pertenecientes a diferentes unidades, y unos 130 guardias civiles. A ellos hay que sumar los servicios de seguridad que hubo dentro del mismo estadio.
Organizada
Algunos testigos aseguran que se retaron por las redes