Con la miel en los labios
Sergio García, a cuatro días del Masters de Augusta, cae en el desempate ante Burmester
A poco más de 48 horas de la cena de campeones en Augusta National, donde Jon Rahm será el anfitrión, el protagonista en el LIV Miami fue otro español que estará en el convite previo al Masters. Sergio García, de 44 años y sin una victoria profesional desde septiembre de 2020 (Sanderson Farms del PGA Tour), se quedó a un paso de tocar metal 1.281 días después. El castellonense, con una vuelta final de uno bajo par para -11, sucumbió en el playoff, por tercera vez en su carrera en LIV, con el sudafricano Dean Burmes. Rahm fue cuarto con tres bajo par para -8 y ganó por equipos.
Sergio, a falta de dos hoyos, atravesaba un momento complicado tras desaprovechar los dos golpes de ventaja con los que partió. El de Borriol, que perseguía a Burmester, enchufó un putt kilométrico en el 17 para empatar en el liderato. El sudafricano, tenso, falló la calle del 18, firmó el bogey y dejó todo en manos de un Sergio que, con el dramatismo que tanto ha caracterizado su carrera, falló un putt de dos metros para la victoria, cometió su primer tripateo del torneo y se fue al desempate. Flashbacks de Carnoustie 2007 para García, que cedió en el segundo hoyo del playoff al irse al agua. Burmester, que ganó por primera vez en LIV, se limitó a firmar el par para capturar los cuatro millones de dólares de premio.
Para volver al buen golf, y aunque su mejor arma ayer fue el driver, Sergio regresó al pasado recuperando el putt de
Scotty Cameron que usaba en 1999, cuando se convirtió en uno de los mejores del planeta con ese palo. “Volví a mi Scotty que tenía en casa. Me lo han arreglado y han hecho que parezca nuevo. Tengo buenos recuerdos con ese putt”, explicó.
Rahm, más con la cabeza en Augusta que en Miami, vivió una jornada de altos y bajos, aunque el campeón del Masters mostró su versión más desenfadada. Ni siquiera le alteró demasiado su tiro al agua cuando apuraba sus opciones. Sabe que lo importante empieza el jueves. Cinco torneos en el circuito saudí de Jon, cinco veces entre los ocho mejores, aunque el triunfo se le resiste. No por equipos, ya que junto con Hatton, Vincent y Surratt logró su segunda victoria y sus consecuentes 750.000 dólares.