Y por fin... Militao
Ancelotti ambiciona que sea titular en Mánchester, pero duda de su ritmo competitivo ● Hoy, test
Ancelotti quiere a Militao en Mánchester. Considera que si hay un partido en el que ir a corazón abierto, con todo, es ese. Y que pase lo que tenga que pasar, pero con el Star System sobre el césped. El problema es que Militao sólo ha jugado 1 minuto en 245 días (el de homenaje ante el Athletic). Y aunque no hay dudas con su ligamento cruzado (está al 200%, sin riesgo de recaída), sí las hay con su ritmo competitivo. Lógico. Así que un test previo al Etihad, más que un capricho, es una necesidad. Y sólo queda un partido, hoy, Mallorca. Cuando Militao volverá. Un fugaz ensayo antes de la decisión.
Casualidad, ayer se cumplieron exactamente ocho meses de su lesión: el 12 de agosto, sobre el césped de San Mamés, sufrió una rotura del ligamento cruzado de la pierna izquierda. Un desastre con una liviana dosis de buena suerte: no se le había afectado el menisco, era una rotura ‘limpia’. El brasileño pasó por el quirófano, se sometió a la durísima rehabilitación (las de cruzados implican mucho dolor, son difíciles) y fue poco a poco ejercitando la zona. Sin prisa, pero sin pausa. Hace mes y medio reapareció con el grupo para hacer trabajos de balón, paulatinamente choques y por último, golpeos. Hasta hoy, cuando ya tiene luz verde. Ocho meses y un día después, va a jugar.
Duda. ¿Titular, o suplente pero con un tramo considerable en la segunda parte? Esa es la cuestión. Hasta en tres ocasiones fue preguntado Ancelotti en rueda de prensa, pero no zanjó el asunto. Del “están todos disponibles, Militao incluido y mañana pondré al mejor equipo”, apenas se movió. Se le formuló si sería precipitado ponerlo de golpe ante ‘bichos’ como Muriqi o Haaland: “Ha trabajado mucho y físicamente está bien. Si yo veo bien a un jugador, no pienso en los minutos que lleva o el tiempo que acumula fuera. Puse en una final de Champions a Khedira, que salía de lesión y lo hice porque lo veía bien, en ese momento, esa noche. Obviamente no puede jugar 90 minutos, eso es complicado, pero aguantar una buena parte del partido, sí”. Sin decir mucho, dijo bastante. El plan es probarle en la segunda parte en Son Moix, con minutos productivos. El regreso del mariscal de la defensa blanca es una realidad.
Del Éder titubeante del inicio no queda nada. La salida de Ramos y Varane, de la mano en el verano de 2021, fue un trampolín que disparó al de Sertãozinho. En la 2019-20, 1.496 minutos; en la 2020-21, 1.729’. Desde entonces, inamovible. Curiosamente, con Ancelotti en el banquillo. “El mejor central del mundo”, en palabras de Carletto, disputó 4.496’ en la 2021-22 y 4.230’ la pasada. Vértebra fundamental en la Decimocuarta, su sociedad con Alaba fue el cerrojo perfecto previo a un Courtois sin fisuras. Central con más duelos ganados (532) en las cinco grandes ligas entre la 202122 y la 2022-23, cuarto en interceptaciones (152), quinto en recuperaciones (548), quinto en despejes de cabeza (198)... Una ensalada numérica que acompaña lo intangible y justifica el anhelo de Ancelotti por recuperar a su soldado.
En ausencia de Militao ha emergido Rüdiger, más Rambo que nunca, pero el sueño del técnico de Reggiolo sería poder contar la pareja a pleno rendimiento. Que el brasileño sea titular en el Etihad no es un imposible. Ancelotti no lo descarta. Pero todo pasa por aprobar el examen de hoy en Mallorca. Si la nota es alta, habrá debate.
Situación
No hay miedo con su cruzado: al 200%, sin riesgo de recaída
Intención
El plan es salir en la segunda parte y tener minutos productivos