Noche tensa en Múnich
El Bayern se aferra a su última opción de ganar un título sin Gnabry, Coman ni Davies ● Odegaard está disponible
Son días raros en Múnich. Raros y tensos. El todopoderoso Bayern solía llegar al tramo decisivo de la temporada con los deberes hechos en la Bundesliga para poder centrarse en la Pokal y la Champions, pero en este 2024 todo es diferente en el Allianz Arena. De la competición copera se olvidó a finales de 2023, momento en el que quedó eliminado a manos de un Tercera. En cuanto a la Bundesliga, que fue su Bundesliga a lo largo de los últimos once años, más de lo mismo teniendo en cuenta el histórico alirón que cantó el Leverkusen de Xabi Alonso el domingo pasado. La Champions, por ende, es el último clavo ardiendo al que se aferra un transatlántico alemán que se niega a convertirse en el Titanic.
El Arsenal de Arteta quiere ser ese iceberg que termine hundiendo por completo al conjunto dirigido por Tuchel, pero los muniqueses supieron esquivarlo en la ida hace una semana. Rascaron un empate a dos en el Emirates que devolvió la sonrisa al hexacampeón de Europa después de muchísimos meses de decepción e incertidumbre. Ahora, el Bayern quiere más. E instó a las 75.000 almas que ocuparán las gradas del Allianz a convertir el coliseo bávaro en un infierno para terminar con la maldición de cuartos que le persigue desde 2021.
Para ello, Tuchel no podrá contar con Gnabry ni Coman (ambos lesionados) ni Alphonso Davies (sancionado), pero recupera a Neuer y Sané. En la esquina de los gunners, Odegaard finalmente será de la partida en Múnich después de terminar la derrota por 0-2 ante el Villa con molestias. Los londinenses, por cierto, también sienten presión después de ceder el liderato de la Premier al City. Y los muniqueses saben de sobra que no se le están dando bien los viajes en Champions al Arsenal esta temporada. Tan solo ganó uno de sus cuatro desplazamientos: el triunfo por 1-2 en el Sánchez-Pizjuán.