Rodrygo se reivindica
El ‘11’ presenta sus mejores cifras, supera el promedio del curso pasado y tiene a tiro su récord: 20 goles
No hay mejor medicina que el gol. Y el cuándo potencia el efecto. Así se resume cómo Rodrygo ha cambiado el semblante. Ahora enlaza gol tras gol: cuatro en sus últimos cuatro partidos. Sólo en el Clásico no desenfundó. El doblete al Athletic confirmó el despertar y su doble anotación al City le refrendó como pesadilla. Un rush que afila su impacto estadístico y pone a tiro romper su propio techo: los 19 de la temporada pasada. A dos zarpazos. Ya enseña los dientes.
Tiene un mínimo de ocho partidos y un máximo de nueve para llegar a la veintena. En total, aglutina 17 goles, acompañados de ocho asistencias que también amenazan a su mejor marca (11). En una temporada marcada por la confianza de Ancelotti y alumbrada por 3.246’, tercero de la plantilla. Por vaivenes goleadores, ahora enterrados; una mutación posicional que le ha acercado a tierra hostil y por una mejora numérica que abandona lo intangible: promedia 0,44 goles por 90’ (0,41 el curso pasado), 9,1 progresiones con balón (5,4) y el 42,4% exitosas (21%), 8,8 toques en el área (5,2) o 1,5 tiros a puerta (1,1). Todas por encima de un curso pasado donde lucían más lustrosas sus cifras en presiones (6,3 a 5,1), recuperaciones (2,8 a
2) y porcentaje de efectividad; y ligeramente por encima en asistencias (0,22 a 0,21) y regates (6,6 a 6,2).
Un Rodrygo más vertical, con más presencia aérea. Más ratonero. Y que amenaza al Bayern en las semifinales de Champions.
Porque el momento, además, es idóneo. Por lo colectivo, pero también por lo individual. Véase el potencial aterrizaje de Mbappé. El factor titularísimo entraría en cuarentena. Con Vinicius aferrado a la izquierda, Kylian aceptaría un rol más centrado. Algo que abriría el hueco a un potencial tridente con él en la derecha. Eso sí, lejos de su hábitat fetiche. En cambio, si Ancelotti opta por dar preponderancia al centro del campo, como ha hecho esta temporada, al trío de ataque le ‘sobra’ una pieza. No hay mejor receta para buscar el dibujo favorable, o para instalar el debate al de Reggiolo, que acompañar con goles su participación perenne en juego combinativo del equipo.
Radiografía
Marca, dispara, progresa y participa más que el año pasado
Desafío
Nunca ha superado los 19 goles con el Madrid en un curso