La leyenda continúa
“Habría que ponerle una estatua”, dice Chus Mateo de Llull tras su récord de triples ● Hoy, segundo asalto en el WiZink
● El Olympiacos asalta el Palau en el primer partido ante el Barça (75-77)
● Segundo duelo en el WiZink entre el Real Madrid y el Baskonia (21:00, M+ Plus)
● Triunfo del Fenerbahçe, que le roba la ventaja de cancha al AS Mónaco (91-95)
Las leyendas exhiben conquistas, transmiten competitividad y una gran ambición. Siempre planteándose nuevos desafíos, sin mirar demasiado atrás. Sergio Llull encaja en la definición. El martes, después de 17 temporadas en la Euroliga (tres títulos y seis finales), anotó dos triples para llegar a los 624, récord de la competición por delante de Navarro (623) y también de sus compañeros Sergio Rodríguez (602) y Rudy Fernández (593). Una nueva conquista, aplausos, reconocimiento y… vista al frente y a otra cosa, que vienen nuevos retos: “Estoy centrado en conseguir la segunda victoria contra el Baskonia. En el primer partido el equipo estuvo muy bien y serio. Ejecutamos genial el planteamiento, pero aún no hemos hecho nada”. Ya lo ven.
Y nos centramos en este segundo envite, aunque toca reconocer un poco más a la leyenda, a esa que embocó su primer tiro de tres en octubre de 2008 ante el Panionios griego con Raúl López, Pepe Sánchez y Bullock de compañeros en el perímetro y que en su campaña como MVP, la 2016-17, se disparó hasta las 73 dianas. “Se acaban los calificativos con Sergi, porque cuando pase el tiempo nos acordaremos de él como uno de los mejores jugadores del mundo”, dice Chus Mateo, que añade: “El día que se retire habrá que ponerle una estatua en la Ciudad Deportiva”. Para Musa es “un gran tío y un gran capitán, una leyenda del Madrid”.
Hoy vuelve a jugar con el reto de poner el 2-0 ante un Baskonia, de nuevo sin Moneke, que aspira a mandar la serie igualada a Vitoria. El martes los blancos mostraron un gran ataque y una buena defensa con exteriores altos sobre Howard para dificultarle el tiro (Hezonja, Rudy, Deck… Abalde al final) y el resto del equipo pendiente de las ayudas para impedir sus penetraciones. “Al equipo lo veo concentrado, con una ambición que lleva a mover más rápido las piernas”, dice el técnico, que espera a “un Baskonia enrabietado”, en el que Sedekerskis pide “energía y menos pérdidas de balón”. Y avisa: “La serie puede ser muy larga”.